¹ MADNESS •PJO•

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Danielle sabia que su madre hacia todo lo posible por mantenerlas a flote. Pero solo era una mucama con bajo sueldo que luchaba por mantener a su hija de 6 años con al menos las necesidades básicas. Si bien había logrado conseguir un pequeño departamento en queens a bajo precio para las dos, dejar a una semidiosa en casa sola no era una opción. Por lo que la pequeña Elle solía corretear por los pasillos después de clases y por las tardes la cafetería con temática de los 80 de Mike, un amigo de la infancia de su madre, que tenia dos hijos de casi la misma edad que ella. Sebastian o Bash como lo llamaba ella, era solo un año mayor que Danielle, pero solía ayudarla con sus tareas, pues tenía dislexia y se le dificultaba el leer. Incluso solía leerle algunas historias para dormir cuando su madre tenía turno hasta tarde o se cansaba de dibujar y jugar a las muñecas con Rory, la hermana menor de Bash. 

 No era una vida tan mala para una semidiosa, sin embargo las cosas empezaron a empeorar cuando se entero por accidente que era una semidiosa después de estar jugando a las escondidas con Bash y Rory. Poco tiempo después comenzaron a pasarle cosas extrañas, un ejemplo es la vez que se encontraba jugando pelota con Mike y Bash cuando la pelota se fue mas lejos de lo planeado por lo que acompañada del chico fueron en busca de esta. Sin embargo al poco tiempo un hombre había intentado llevarse a la pequeña rubia mientras el mayor iba por la pelota.

Al ver esto el niño tomo lo más cercano que encontró(que en ese caso era una piedra, pues la pelota no haría mucho) y lo lanzo a la cara del hombre mientras comenzaba a llamar a su padre y a Jude, que se acercaron rápidamente junto a otros empleados y al verse atrapado el hombre soltó a la niña. Aunque nunca les creyeron a los dos niños que el hombre tenia un solo ojo. 

 La semidiosa no se podía quejar, pues la mayoría de veces Bash estaba con ella y las cosas no pasaban a mayores. Sin embargo todo fue cuesta abajo para la niña cuando Mike y su esposa se divorciaron, por lo que los hermanos fueron a vivir con su madre a otra ciudad. No había quien la ayudara a hacer sus tareas y ayudarle con la dislexia como Josh, pues su madre estaba demasiado ocupada con todos sus turnos para ayudar a su hija como se debía.Pero Danielle no podía culparla, Jude Gilmore había quedado embarazada a los 16 años y se había tenido que ir de casa después de una pelea con sus padres. 

Los abuelos de Elle querían que Jude se casara con el padre de su hija, sin embargo ¿como podría casarse con un dios? claro esta que eso no lo sabían sus abuelos. Así que la adolescente había juntado el poco dinero en efectivo que tenia para pagar una habitación de hotel, mismo que más tarde la contrataría como mucama y más tarde Michael Benedict le daría trabajo en su cafetería para tener ingresos extras, pues su madre no había aceptado el dinero que le ofrecía sin una forma de pagarlo.Con el tiempo los ataques de monstruos aumentaron y viendo que solo pondría en peligro a su madre, decidió escapar al campamento del que escucho a Jude hablar con Mike poco tiempo atrás. Con el problema de que no sabia donde estaba, como era o siquiera su nombre, pues Jude se había negado a enviarla ahí hasta que tuviera la edad suficiente.

 Y ahí estaba, unos meses después y con solo 6 años vagando por la calle junto a Annabeth, a quien había conocido poco tiempo después en la calle y quien al igual que ella era semidiosa y había escapado de casa.Annabeth tenia la edad de Bash, o al menos solo unos meses menor, por lo que era mayor que ella por un año. Las dos niñas habían logrado sobrevivir por poco en la calle, pues los monstruos las perseguían, con solo un martillo y un collar de Danielle que resulto ser un arco, el cual aun no sabía usar bien pues no tenia entrenamiento y solía fallar varias veces. 

Su amiga no podía culparla, pues las dos eran solo unas niñas y Elle tan solo tenia 6 años, además las había sacado de aprietos varias veces.Habían decidido descansar detrás de un montacargas en un almacén, no podían quedarse en un solo lugar por mucho rato pero necesitaban ese descanso después de pasar el día huyendo de los monstruos sin probar siquiera un bocado. Las dos rubias habían logrado relajarse un poco y estaban por quedarse dormidas cuando escucharon pasos aproximándose, se quedaron en silencio con la esperanza de que así tal vez el monstruo no las encontraría y posiblemente lo hubieran logrado si al querer acercarse con la intensión de protegerse mutuamente, hubieran golpeado con la lamina que usaban para cubrirse.