No caeré en tu juego.

Capítulo 1.

Hola chicos/as este es el primer capítulo que escribo de esta historia, espero que os guste porque me ha costado mucho escribirlo. No os olvidéis de votar amores.
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Era lunes por la mañana, pero no era un lunes cualquiera, era el primer lunes después de las vacaciones de Navidad.
Me levanté a las 6 de la mañana. Quedé con mi mejor amiga Abi a las 8 en la puerta de el instituto.
Me metí en la ducha, como todavía tenía tiempo me quede un rato debajo del agua, que bien se estaba.
Me quedé pensando en todo lo que había hecho en las vacaciones y me di cuenta de que no había hecho nada especial, excepto estar con mi familia.
En estas vacaciones conocí a un primo al que no recordaba. Mi padre me contó que yo jugaba todas las tardes cuando vivíamos en el mismo pueblo, o sea hace 10 años. Ahora mismo tengo 16, mi primo tiene 17 y la verdad es que esta bastante bueno. Mi padre también me ha contado que viven muy cerca nuestra, así que mi primo y yo nos dimos nuestros teléfonos para quedar algún día.
Salí de mis pensamientos cuando el agua empezó a salir fría.
"¡Joder!" -grité.-
Mi padre vino corriendo a pasarme una toalla.
"Cariño se ha estropeado la caldera." -dijo mi padre abrazándome.-
"¿No me digas papa? ¿Como te has dado cuenta?" -dije sarcástica.-
"¡Ay hija que maja estas por las mañanas!" -dijo mi padre también sarcástico.-
Creo que eso de ser tan sarcástica lo he sacado de el. Es lo único en lo que nos parecemos, en eso y en la risa, los dos nos reímos como dos focas retrasadas.
En mi físico tengo todo lo que mi madre tenía, ojos marrones, pelo marrón y ondulado y una nariz muy mona.
Mi madre murió cuando yo tenía 4 años, en un accidente en su trabajo. Ella era cirujana, entonces un día se le murió una paciente, que tenía un marido muy posesivo. Una noche que mi madre volvía a casa andando porque mi padre no podía ir a buscarla el marido de la chica se acercó a ella con una navaja y la mató a puñaladas. El muy hijo de puta. Mi madre hizo lo que pudo. Todavía no lo han encontrado.
Despues de que mi madre muriera yo maduré muchísimo y mi padre se dió cuenta, pero me sigue tratando como una niña.
Le di un beso a mi padre en la mejilla y le dije.
"Buenos días papa, ¿qué tal has dormido?" -pregunté sonriendo.-
"¿Ves? Eso me gusta más." -dijo mi padre sonriendo como un bobo.-
"Me voy a vestir, que no me quiero resfriar."
Nada mas terminar la frase me fuí a mi habitación a por ropa.