HERA

Cap. 12- En el ojo del huracán

Mayo

Así como los demás meses mayo llegó sin complicaciones, solo unos ligeros roces pero todo tranquilo se que talvez se preguntarán ¿pequeños roces de quien? Bueno la respuesta es sencilla, mis hermanos y padres supieron de mi relación amorosa con James Potter y claro no estuvieron muy contentos con ello, pero sin embargo lo aceptaron con la única condición de que si me hacía daño pagaría muy caro por eso; aunque los regañe por amenazar a mi novio. Novio que lindo suena esa palabra, es demasiado hermosa y muy tierna, se que talvez somos muy jóvenes para eso pero... La realidad es que ahora que soy novia de uno de los chicos más populares del colegio, soy respetada y claro tengo muchos nuevos amigos; al principio creí que se trataría de una broma el que James me pidiera salir porque claro está el inicio no fue el mejor de todos, pero con el tiempo pude hacer que cambiará por mi, porque yo realmente le gustó y saber eso me llena de gozo y amor hacia él, muchos dicen que alguien tan fea y sosa como yo no es suficiente para alguien tan guapo y  carismático como él, el chico de mis sueños, el hombre de mi vida y la persona con la que estoy segura pasaré el resto de mis días por ser tan compatibles.

Claro que mis hermanos y mi padre siguen sin aceptar que tenga novio a tan corta edad, pero gracias al apoyo de mi madre han evitado embrujarlo solo porque según ellos se está aprovechando de su niñita. Son un poco sobreprotectores en ese aspecto pero aún así los amo con todo mi corazón, el día que les dije mi madre estaba feliz, un poco temerosa y confusa sin embargo mis hermanos y mi papá no lo tomaron de la mejor manera y casi lo golpean, aunque claro mi padre no podía venir a Hogwarts solo porque mi madre lo hechizo para que no viniera y mis hermanos solo se detuvieron porque comencé a llorar diciendo que si lo golpeaban se olvidarán de mí, y claro que funcionó esa pizca de chantaje, fue el necesario para calmarse y que no dañaran a James.

Desde que fue la petición de noviazgo eh sido muy feliz con Jamie como le digo de cariño pasamos algunas tardes en el lago negro, lanzando piedritas sobre el lago y claro no falta que en algún momento tengamos pequeños picnics en la sala de menesteres, lugar donde a veces solo estamos pensando pequeñas bromas en las que eh podido ayudar a los merodeadores; claro que al ser novia de Jamie a mi lo pueden hacerme ningún daño y aún mejor a ninguno de mis hermanos y amigos, claro que la familia de Jamie aún sigue sin aceptarme por completo, ya que según ellos lo llevaré por el camino de los mortífagos aún cuando saben que ni nosotros ni los Malfoy somos de aquellas familias que aún respetan la sangre pura, pues hemos cambiado para bien y mi padre nunca hizo caso a las tradiciones puristas a pesar de estar casado con una sangre pura sin olvidar, claro está, que fue uno de los héroes de guerra en la batalla de Hogwarts.

Como comenté antes, ya ha pasado al rededor de 1 mes y una semana desde que soy la novia del primogénito de Harry Potter, un mes magnífico en el que soy envidiada por algunas chicas y chicos al haber conseguido cautivar al líder merodeador, claro que no falta chica o chico que se acerque a preguntar si utilice alguna poción de amor en James, y también están algunos que me felicitan por ser de las pocas chicas que sale con su crush sin ser una intensa.

Aunque últimamente eh notado un tanto extraño a James, se nota como frustrado y a la vez emocionado, le pregunté a mi hermano Namjoon si le ocurría algo, puesto que comparten ciertas asignaturas y él simplemente comento que podría ser el hecho de que pronto se terminará el segundo año y están por comenzar su tercer año, en el cual podrán tener clases optativas, talvez eso es lo que lo mantiene de esa forma; aunque después de su declaración el mes pasado siento que algo no anda bien y creo que algo malo ocurrirá dentro de poco, pero supongo que es el hecho de que yo finalizare mi primer año con éxito y al lado de la persona que me gusta.

Pero que error más grande había cometido, pues yo misma deje entrar al mismísimo demonio a mi vida, y no solo eso sino que además le permití que me dañaran todo lo que quisiera sin oponer resistencia. Fue la primera vez que me arrepentí tanto de amarlo y de no haberlo detenido cuando hubo tiempo; pues es un error que nunca volveré a cometer y si lo hago no seré yo quien se arrepienta.