HERO [Im ChangKyun]

•Capítulo 4•

_____ abrazaba sus piernas mientras estaba en el sofá. Todo su cuerpo temblaba.

GunHee se había ido hace una hora pero aún podía sentir sus manos sobre su cuerpo. Todo en ella dolía, sobre todo sus costillas, brazos y cara. Está vez había sido más bruto que otras veces. Golpeó con tal fuerza su cuerpo que la había dejado sin respirar. Su labio inferior estaba roto y en su mejilla derecha había un corte con sangre seca.

Está vez si lloraba porque ya no quería más esto. Realmente odiaba a ese hombre. No podía recordar cuando sentía amor por él.

Sus costados dolieron al llorar con más fuerza. Ahora no podría ver a nadie. Gun le había dejado en claro que ya no vería a los chicos y de solo pensar en ello los sollozos se hacían más frecuentes. Además se arrepentía de haber montado tal espectáculo ante Kyun esa tarde. Ella había tomado el valor suficiente para intentar pedir ayuda, pero está claro que ChangKyun no tenía intensiones de ayudarla porque está sola en la sala de la casa. Él simplemente la había ignorado y huido.

Gun tenía razón. ChangKyun no la quería. Solo estaba siendo amable.

De todas formas una parte de ella estaba aliviada de que el peli morado no hubiese hecho nada, pues estaría en muchos problemas y no quería ver a un chico como él metido en este infierno.

Golpes en la puerta la asustaron. Eran muy insistentes. Miró su ropa. Una playera ancha manga corta y un pantalón holgado. No podía salir así, pero se dijo a sí misma que nadie la vería.

Ordenó un poco su cabello, logrando que ocultara gran parte de su rostro y limpió las lágrimas para dirigirse a la puerta. Abrió despacio y solo unos centímetros, tan solo para que desde fuera se viera su nariz y cabello. De inmediato volvió a cerrarla o más bien lo intentó.

ChangKyun había empujado antes de que ella logrará juntarla.

—No voy a abrirla hasta que me dejes entrar, _____.— hablaba con preocupación, sin empujar más —Pero necesito que me dejes ayudarte. Dejame entrar... Por favor.

Los brazos de la chica temblaron al oír que la voz de Kyun se quebraba y dejó de ejercer presión en el rectángulo de madera. El joven sintió como la puerta cedía por los que entró.

La casa estaba oscura. Las persianas estabas cerradas y las luces apagadas, solo podía distinguir una pequeña y frágil figura temblando y abrazándose a sí misma.

—Voy a encender la luz.

—¡No!— _____ alcanzó la mano del chico antes de que llegara al interruptor —Dejala así.

—Necesito hacerlo, _____.— acarició su pequeña mano, intentando transmitir tranquilidad.

La luz cegó un poco a la chica y mantuvo la cabeza baja.

ChangKyun no sabría explicar con exactitud lo que sintió al verla. Su cabello castaño estaba desordenado. La gran camiseta no lograba ocultar las manchas moradas, negras y verdosas en sus brazos. De pronto quiso matar a Gun. Su sangre hirvió.

—¿Él te hizo esto?— con delicadeza sostuvo su brazo izquierdo.

—Deberías irte Kyun.— susurró con la voz áspera.

—¿De verdad quieres que me vaya?— y ChangKyun sintió un nudo en su garganta. ¿Cómo fue que GunHee había hecho esto con la adorable _____? Había aplastado tanto su personalidad que no quería recibir ayuda.

_____ mordió su labio inferior con fuerza, sintiendo nuevamente ese sabor metálico. No, claro que no quería que se fuera.

—Dejame verte.— suplicó el joven sosteniendo la barbilla de la castaña con un solo dedo —Mirame a los ojos.