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Las nueve de la noche marcaban en el reloj de pared que se encontraba en el cuarto del pelirosa. Cada segundo que pasaba era uno menos para que una bomba se desatara por toda Corea.

Era obvio que mucha gente salía del país para no tener que vivir esos desastrosos momentos; la mayoría de personas que se iban eran principalmente ancianos y niños, aunque también habían unos cuantos jóvenes como Jimin o adultos como los tíos del de cabello rosa, quienes tampoco querían ser parte del caos. 

Jimin pensaba en las personas que no podían salir de ese infierno porque no tenían los recursos; además de que siempre eran los blancos fáciles para la depuración. Aunque siempre había personas que ayudaban e instalaban albergues, éstos no eran los suficientes para toda la gente de bajos recursos de las ciudades.

Isabella tocó la puerta de su habitación con suavidad antes de ingresar a la misma y, se sentó a su lado teniendo en cuenta todas las cosas que pasaban por la cabeza del pelirosa.

—Bella, ¿sabes qué es lo que harán mis padres hoy?—preguntó el muchacho con la mejilla recargada en la suave almohada.

—No lo sé, Jimin—la chica se recostó en la cama para estar igual que Jimin—. En realidad nunca se sabe qué es lo que tus padres pueden hacer en días como estos.

—Estoy harto de toda esta situación—expresó el pelirosa con un tono preocupado—. Todo es culpa del gobierno, si no fuera por ellos, esto nunca habría pasado.

—Cuando yo llegué aquí, lo hice con la intención de tener una mejor vida y poder ser una universitaria típica de las películas y, aunque no todo es malo, pues te conocí a ti, es una pesadilla estar aquí—lágrimas se asomaban de los ojos de la rubia—. Realmente es una mierda ser una extranjera aquí y aún más en toda esta situación.

—Escapemos Bella—soltó de repente el chico.

—¿Qué dices?, ¿escapar?

—Mañana, cuando todo este infierno acabe hay que escapar—repitió emocionado—. Sacaré todo el dinero de mis tarjetas y lo que tengo ahorrado y así podremos huir—aplaudió—. Seokjin ira con nosotros, nos mudaremos lejos de aquí para ya no vivir todo esto. ¿Qué te parece?

—Sería genial, dos estúpidos menos en la casa—ambos chicos se levantaron de la cama al oír una voz ajena a su platica—. No le diré a mamá tus planes estúpidos, pero no te llevarás mi dinero, ¿oíste?

—No es tu dinero, Jaehyung—Jimin le recriminó.

—En todo caso, tampoco es tuyo, idiota—sonrió falsamente—. Además lo merezco más que tú, eres alguien que no pone en alto el apellido Park con tus tonterías—pateó un peluche que estaba en el suelo y comenzó a retirarse—. Bajen ambos, orden de mi madre.

Ambos, británica y coreano, bajaron las escaleras encontrándose a toda la familia reunida en la sala.

—Señorita Anderson—habló la voz chillona de Sandara—. Diríjase a la cocina y ayude a traer los bocadillos—la chica asintió y se retiró dándole una mirada lastimera al pelirosa—. Jimin, hoy es nuestra primera depuración todos juntos como familia, así que por favor no arruines el bello momento que tendremos—le reprochó con una mirada asesina.

—Mamá, ¿podrías decirnos ya qué es lo que planearon tú y papá?—habló una emocionada Roseanne, jugando con su rojo cabello.

—Es una sorpresa cariño, pero les tengo un pequeño adelanto—sonrió y se levantó de su asiento para dirigirse a un armario en el fondo de la habitación—. Les daré unos juguetes para que se vayan familiarizando—abrió el mueble con una llave que se encontraba en su cuello, sacando armas poco comunes.

—Cariño, yo quería mostrarles a los bebés—habló su esposo con una mueca parecida a un puchero y una voz asquerosa y fingidamente tierna.

—Lo siento, mi amor, no podía esperar—le sonrió—. Pero ayúdame a llevar esto a la mesa.

El hombre caminó al armario sacando todas las armas que ahí habían, llevándolas donde su mujer le había indicado.

Había de todo tipo, desde armas de fuego, como pistolas pequeñas, ametralladoras y rifles; hasta armas blancas, como machetes, cuchillos filosos, navajas exóticas, entre otras.

—Podrán usar cualquiera de estas preciosuras—Sandara tocó con admiración cada herramienta—. Pero sería más divertido si comienzan con las blancas, no queremos que nuestro amigo se vaya pronto—sonrió.

Jimin estaba asustado, nunca en su vida había visto ese tipo de instrumentos de guerra tan extraños, mucho menos en toda su existencia había imaginado que tenía esas cosas debajo de su techo. Siempre pensó que en ese armario se encontraban vajillas caras y exóticas de viajes a lugares como Dubái u otros lugares.

Si no fuera porque Isabella llegó con los platos, habría caído como costal de papas al suelo.

—Jimin, ¿necesitas que te enseñe a usar un cuchillo?, pareces como si no supieras cómo usar uno—Jihoon habló haciendo que el pelirosa le prestara atención—. Estás tan pálido que parece que nunca habías visto un arma en tu vida

—Jihoon, no molestes a tu hermano; desde hoy Park Jimin relucirá el apellido Park y nos hará sentir orgullosos—su madre hizo el ademán de abrazar al hermano relegado, mas éste no se lo permitió.

—Iré al baño un momento—avisó y se echó a correr.

Cuando llegó al cuarto de aseo, mojó su cara para eliminar las ganas que tenía de llorar. Sentía que no conocía de nada a su familia, para ellos sólo era un extraño con el mismo apellido; tenía demasiadas ganas de salir de ese enfermo lugar al que consideraba un hogar.

Había algo que no le quedaba claro, el porqué su madre hablo de alguien, pero de algo estaba seguro, no era nada bueno que otra persona estuviera en la casa.

Rápidamente secó el agua de su rostro y bajo nuevamente a la sala donde estaba su familia; aunque también estaban junto a ellos los empleados de la casa, algo sumamente extraño.

—Llegas justo a tiempo—exclamó el señor Park con aires de molestia—. Tú hermano ya iba a buscarte por tu tardanza.

—Recuerda no estropear esto, inútil—comentó Jaehyung entre dientes—. Es importante para la familia.

—Niños, guarden silencio, nuestro invitado viene en camino—sentencio Sandara con ojos enojados, pero una falsa sonrisa.

El pelirosa siempre lo notó, pero justo ese día salía a relucir aún más la falsedad de la familia Park, estaba harto de todo eso.

Pido una disculpa por no haber actualizado desde hace 2736261 años, hubo un problema con mi correo y contraseña, pero ya todo está resuelto

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Pido una disculpa por no haber actualizado desde hace 2736261 años, hubo un problema con mi correo y contraseña, pero ya todo está resuelto. Las actualizaciones serán cada semana c:

- kihyann

THE PURGE ─ ymWhere stories live. Discover now