Shiki

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— Ese es el plan que Oyakata-Sama tiene pensado para el encuentro de Muzan.

Las lágrima comenzaron a gotear de los ojos ciegos de Gyomei. Sus manos juntas en la eterna posición de la oración hicieron que te estremecieras de molestia. ¿Cómo era posible que el pilar más fuerte del cuerpo de exterminio de demonios, Himejima Gyomei el Pilar de la roca, llorara por todo y en los momentos menos indicados? La situación era abrumadora, pero el hombre ante ti era peor.

—¿Crees que la intuición de Oyakata-sama sea correcta? Aunque ese poder sea tan característico e infalibles en todos los líderes del clan Ubuyashiki, incluso el plan que ha preparado es sumamente arriesgado. ¿Qué nos puede asegurar que Muzan Kibutsuji no planea hacer un movimiento mucho antes del día que anunció? ¿Descansar y vivir bien? Ese tipo de consejo no aplica en la crisis tenemos. Ese ser tan despreciable acabará con todo y se irá sin dejar rastro si descansamos.

—¿Desconfias de Oyakata-sama?

—Desconfío de Muzan.

Ambos se miraron, o solo tú lo observaste mientras que él solo junto la punta de sus dedos a su frente. Realizando una plegaria silenciosa.

— Tengo fe de que las cosas se inclinaran a favor de nosotros. Ten tu también fe, Pilar de las Estrellas.

Con una reverencia el gran hombre se fue de la pequeña habitación donde ambos hablaban, dejandote sola, sentada sobre ese tatami tan oriental del Japón de la era Taisho. Suspiraste con enfado mientras cerrabas tus puños con fuerza descomunal, haciendo que la punta de tus uñas se clavaran en las palmas con el ferviente deseo de causarte dolor.

—La fe es para aquellos que ya lo han perdido todo.

Desde que te uneste al cuerpo de exterminadores obtuviste el titulo de Pilar de la Estrella, dado a tu increible respiración que tú misma habias derivado de la respiración Lunar. Pero a la infinita bondad del Patrón y en respeto a su decisión de ser solo nombrado por él en la soledad de su servicio eras Shiki, simplemente un permisivo recorte del apellido de la familia de los Ubuyashiki era por el que te identificaban aquellos más cercanos. Cuando la hermosa Lady Amane y sus hijas mayores te encontraron a la edad de 14 años flotando boca abajo en un río cerca de su mansión, fuiste inmediatamente rescatada por la misma sacerdotisa, quién fue la única que tocó, cuidó y veló por la vida de una casi muerta. El esmero fue tal que luego de un mes comenzaste a recuperar la vida que se creía perdida.

Cinco cicatrices fueron el recuerdo permanente de un terrible episodio con los demonios, que habían interrumpido tu vida tranquila, y con ella la certeza de la felicidad.

Habías terminado al cuidado de los Ubuyashiki mientras te recuperabas, a pesar de los cuidados y atenciones nunca te atreviste a hablar o responder a las preguntas de la esposa. Siempre estabas encerrada y acostada en el futon, con las cobijas encima de ti moviendote de forma descontrolada, llorando, gritando muchas veces o intentando quitarte la vida en otras. Fue en una de esas anécdotas, cuando el mismo Kagaya Ubuyashiki fue a su encuentro, aún con vista y con una sonrisa tan resplandeciente aún cuando veía a el filo presionar con fuerza tu carne. Te sorprendiste que el jefe de la familia fuera incluso más joven que su esposa.

—¿Otro mal momento?

— Váyase, ya no tengo nada por lo que deba vivir.

— Yo tampoco lo tengo, pero muchas veces solo me basta con despertar para averiguarlo.

Volteaste a verlo, tus ojos rojos por el llanto se toparon con los lavandas y limpios del joven ante ella. El timbre de su voz fue suficiente para que tu atención se dirigiera a él. Kagaya Ubuyashiki dio unos pasos y se arrodilló ante ella.

En el mundo opuesto a nosotros |Ban x Lector x Tanjiro| | NNT Y KNY CROSSOVER|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora