02: luz lunar directa.

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—El solo es algo dramático— Iwaizumi responde con algo de vagancia. Yo suelto un bostezo mientras intento mantenerme despierta.

Ayer los tres acabamos sentados en una tienda de conveniencia comiendo ramen instantáneo mientras Oikawa y yo teníamos una gran discusión sobre si era traición o no unirme como manager, llegue tarde a casa y tras hablar por la sala de chat termine por pasarme de mi hora de dormir. Por suerte iwaizumi me mantenía ocupada y entretenida mientras caminaba hacía la escuela.

— ¿Y lo haras?

—Tengo qué, hasta ahora es el único club que me ha pedido unirme — Contesto— ¿El estará bien si me huno?

—Haz lo que creas correcto, el puede irse a la mierda — Río — ¿Sabes? olvide preguntarte si sabías quien estaba en ese equipo.

— No tengo ni la más mínima idea— Respondí— Pero no creo que sea alguien importante.

—Kageyama Tobio juega como colocador en ese equipo— De nuevo, estuve a punto de ahogarme con mi saliva. Últimamente estos chicos solo me decían cosas que atentaban contra mi salud.

Claro que sabía quien era, dios, Oikawa siempre había tenido algo de odio contra aquel chico. Iwaizumi se despidió prometiendo que lo mantendría informado con toda esta situación. Pronto pude sentir esa presión en mi pecho, ahora me sentía peor.

Oikawa era ese amor imposible que todas las chicas tienen, ya saben, ese del que solo puedes admirar de lejos y verlo siendo feliz con otra chica que no eres tú. Ni siquiera recordaba como esta amistad entre los tres se había consolidado a través de los años, solo pude notar como en cada vela de cumpleaños, en cada estrella fugaz, en cada pestaña caída y diente de león lo único que siempre deseaba era a el.

Sobresalir entre todas esas chicas lindas que iban detrás de el era casi imposible, pero incluso lo que parecía imposible podía hacerse posible, el me miraba, tal vez no de la forma que yo deseaba pero sabía que lo hacía. Pensar en Oikawa siempre me hacía sentir esa presión en mi pecho, el era una estrella en lo alto del cielo y yo solo era una piedra en la tierra.  Con los años comprendí que no estaba en una mala situación como había pensando.

Mi vista se clavó en la entrada de la escuela, camine hasta mi casillero para cambiarme los zapatos, no había ninguna señal de Yachi por ninguna parte. Tras colocarme los zapatos me dirigí al salón o al menos eso intente antes de chocar contra alguien. Iba a darme un gran golpe pero su rápida acción lo impidió.

El chico de cabello despeinado y algo más alto que yo me miro con algo de preocupación.

—¿Estas bien?—preguntó tras soltarme— Lo siento.

—No te preocupes, tampoco estaba mirando— Le respondí.

El chico asintió antes de seguir con su camino y yo con el mío. Mi mente aún se encontraba en guerra sobre la propuesta, ser manager no era tan facíl como parecía pero ahora que Tooru y Hajime me habían dado una pequeña ayuda con el tema tenía algo de información básica. ¿Realmente podría hacerlo? Además aún estaba ese inconveniente de Kageyama Tobio. Nunca me lo había cruzado por los pasillos, había deducido que había acabado en Shiratorizawa o eso había dicho Tooru hace tiempo atrás, que alguien tan "malo" como el debía ir al mismo lugar que el tonto de Ushijima.

El salón me recibió con un gran silencio, el pupitre de mi rubia amiga seguía intacto, por primera vez en mucho tiempo llege temprano a la escuela dando así tiempo para pensar bien. Una holgazana e insensible parecía no ser la mejor opción para ser manager de un equipo, pero Shimizu había sido tan amable ayer y siendo de tercer año era obvio que intentaría reclutar a alguien tan pronto. ¿Había acaso alguien más desafortunada que yo en estos momentos? Con los exámenes finales a la vuelta de la esquina lo más sensato es que me dedicara de lleno a estudiar si al menos quería intentar ir a la misma universidad que el tonto de Oikawa pero en lugar de eso me concentraba de lleno en unirme a un club.

wish you were gay ➳tsukishima+ oikawa;haikyuu!!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora