𝘾𝙖𝙩𝙤𝙧𝙘𝙚: 𝙉𝙪𝙣𝙘𝙖 𝙚𝙨 𝙥𝙤𝙨𝙞𝙗𝙡𝙚 𝙜𝙪𝙖𝙧𝙙𝙖𝙧 𝙩𝙪𝙨 𝙨𝙚𝙣𝙩𝙞𝙢𝙞𝙚𝙣𝙩𝙤𝙨

7.1K 427 22
                                    


—Que tal — Patrick se arroja fuertemente en mi cama—Supe lo de John B.

—El jodido tiene una suerte — hablo mientras me miro al espejo tratando de ponerme mis aretes—Sarah dijo que la doctora había dicho que si hubiera caído  de otra forma hubiera muerto.

—Lo llevaré a jugar póker, tal vez me haga ganar — bromea Patrick—¿Estás bien?.

—¿Porque?— preguntó volteándome hacia el todavía tratando de ponerme el arete.

—Te conozco de toda la vida Vi, se todos tus gestos y movimientos—Patrick toma asiento en la cama para luego darle un palmada a esta —Ven, cuéntale a papi.

Dejo el arete en la mesa y tomó asiento junto a él.

— ¿Me ves siento una persona mala?— le pregunto con las manos apoyadas en mis piernas—Porque todos tienen la idea de que terminaré siendo así, como los de aquí.

—Vi, te conozco de jardín de niños...— me mira— Y estoy muy seguro que no serás así, lo juro

—JJ es un verdadero idiota— murmuró mientras miro mis manos.

—¿Que hizo?— pregunta mirándome pasando un brazo por mi hombro.

—Trate de ayudarlo — lo miro–Le dije que podría prestarle dinero para pagar la fianza, pero como siempre se cerró y me trato horrible.

—Al principio te hubiera importado un bledo su respuesta —sigue mirándome —¿Porque ahora te importa?.

—No lo sé– le muestro mis manos —No lo sé.

—Te gusta, Vi— sonríe.

—¿Que?— preguntó con una ceja alzada—Claro que no. Iré a ver a John B ¿vienes?.

—Ire más tarde— los dos nos ponemos de pie—Tengo que llevar a Susie a su clase de natación.

Bajamos las escaleras y salimos a la entrada donde se encuentra mi auto.

—Oye — me apunta Patrick antes de que suba—No pienses que te creí, hablaremos esto.

Ruedo los ojos para enseguida subirme el auto y conduzco en dirección a la casa de Sarah. Al llegar me bajo y golpeo la puerta.

—Hola señor Camerón— le sonrió—¿Esta John B y Sarah?.

—Si, pasa Vi — el abre la puerta hasta atrás haciéndome pasar.

—Gracias —sonrió para enseguida subir a la segunda planta.

—¿Está Sarah en casa?— preguntó con una sonrisa en la cara.

Al entrar en su cuarto la veo escribiendo.

—Hola—sonríe mientras lo cierra y lo guarda.

—¿Y el nuevo kook?— preguntó tomando asiento junto a ella.

—Está con sus amigos— ella me mira—¿Porque te fuiste tan pronto a casa anoche?.

—Papá me necesitaba — miento—¿Tú y Tooper...

—Ya terminó — se pone de pie—¿Quieres ir a dar un paseo?.

—Claro —me pongo de pie con un salto—Me gusta tu jardín.

Bajamos las escaleras y caminamos hacia el jardín, ella toma su bicicleta y comenzamos a caminar.

—Papá hecho a Rafe de casa —me cuenta mientras caminamos.

—Creo que se dio cuenta el loco hijo que tiene — le digo.

—Chicas— escuchamos desde atrás, es John B.

—Que tal nuevo kook— bromeó, le doy  un abrazo a lo que él se queja—Lo siento mucho.

—Hola Vi, se que estuviste anoche— me sonríe —Gracias.

—¿Donde estabas metido?— preguntó, ahora caminamos los tres.

—¿Encontraste tú oro?— le pregunta Sarah ahora.

—Si—asiente con la cabeza mientras lleva las manos en sus bolsillos.

—Así que era oro lo que buscabas, ya se porque valía tanto la pena — lo miro con una sonrisa.

—¿Y donde?— pregunta Sarah todavía llevando su bici.

—No lo van a creer chicas — él nos mira y mantiene el silencio unos segundos —La casa de la asesina.

—No jodas — me sorprendo—Estás loco si vas a buscarlo ahí. Buena suerte John B ¿cierto Sarah?.

—Si— le responde ella.

—Bueno...ustedes vendrán esta noche —dice mirándonos.

—¿No hay problema?— le pregunta Sarah.

—Creo que no, soy muy torpe para eso de las misiones secretas— la verdad es que no me apetece ver la cara de JJ.

—Vamos Vi— el me abraza mientras seguimos caminando—Me encantaría tenerte ahí, estás entrando al grupo pogue.

—Todos no piensan los mismo—susurro.

—Oh vamos— comienza a revolver mi cabello.

—Bastas John B— lo empujó con una sonrisa haciendo que se aleje.

—Creo que tus amigos no les gustará —Sarah se detiene a lo que lo hacemos —¿Kiara dijo algo? ¿Verdad?.

—No— responde, Dios.

—Podrías esforzarme un poco más para no notar que estás mintiendo—hablo, él me da una mirada para luego volver a ver a Sarah.

—No miento — le dice mirándola.

—Si esto se pondrá territorial...—lo mira a los ojos.

—Tú y Vi son parte de esto, nos han ayudado —la mira también a los ojos—Vamos.

Comenzamos a caminar hacia la casa de Sarah para luego ir a encontrarnos con los chicos.

—Eres un pésimo mentiroso— le susurro—Te crecerá la nariz como Pinocho.

Él me da un empujón haciendo que me tambalee hacia un lado.

Nobody compares to you [Outer Banks]Where stories live. Discover now