¿Solo Un Juego?

Capítulo 27: Tiempo juntos

"La vida es tan buena maestra, que si no aprendes la lección te la repite".

Miriam

La verdad no entiendo a mi madre. Bonnie y Bradley venían a visitarme y no los dejaba pasar porque estaba "castigada", pero al chico responsable de mi castigo si lo deja venir todos los días. Quizás es parte del castigo hacerme pasar tiempo con él o quizás solo quiere que nos llevemos bien.

Pero no importa lo que esté haciendo, al parecer está funcionando. Está es la cuarta vez que Luca viene a mi casa y al parecer nos estamos llevando "mejor". Si llevarse mejor es pasar de pelear cada cinco minutos a unos quince.

Algo es algo, pensé encogiéndome de hombros.

Al menos me cuenta lo que pasa en la escuela. También me ha contado un poco sobre él. Ahora sé que es hijo único, que sus padres están felizmente casados y que se cambio de escuela por una pelea. Incluso, me presta su celular para que llame a mis amigos. Aunque cuando escucha que estoy hablando con Bradley hace una mueca de fastidio, pero por más que le preguntó el motivo del que no le agrade mi mejor amigo, él se niega a decirme el por que.

Cuando terminó de hablar con Bonnie, miró la pantalla de inicio y me sorprendo al ver la aplicación de Wattpad.

-¿Te gusta leer?- la sorpresa era notable en mi voz

Era raro que a un hombre le gustara leer, pero más raro era que el tonto frente a mí leyera algo.

El me miró con una ceja alzada, pero tenía una expresión divertida en su rostro.

-¿Tanto te sorprendente que me guste leer?- preguntó haciéndose el ofendido

-Bueno...tienes cara de tarado- respondí encogiéndome de hombros

Me miró con cara de fastidio y yo solo me dediqué a sacarle la lengua. Entre a la aplicación de Wattpad, pero cuando lo hice él trató de quitarme el celular de las manos. En seguida me levanté de la silla de mi escritorio y comencé a correr. Aunque, no sería difícil para él atraparme, pues mi cuarto era pequeño y no podíamos salir o mi mamá nos regañaría por estar jugando en lugar de "estudiar".

-Vamos Miriam devuélveme el celular...

Por su tono de voz parecía que tenía algo que quería ocultar, algo que no quería que mirase. Quizás utilizaba Wattpad solo para leer historias de sexo.

Que asco.

El aprovecho mi momento de distracción para balancearse sobre mí provocando que los dos cayéramos en la cama, yo encima de él. Me quedé congelada al ver sus ojos azules más oscuros de lo normal y sentir sus manos en mi espalda baja me ponía nerviosa, pero no se sentía incorrecto su toque. Mire sus labios y pude notar que él también miraba los míos...

El sonido de la puerta abriéndose hizo que me levantara de encima de Luca como si fuera un resorte.

Me giré lentamente deseando que no fuera mi madre y para mi buena suerte era Jereck. El pequeño nos miraba con cara de confusión, pero solo se limitó a decir:

-Mamá dijo que dejen la puerta abierta- dijo y salió del cuarto casi corriendo

Genial ahora mi hermano pequeño quedará traumado.

Suspire aliviada y Luca aprovechó para quitarme su celular y colocarlo en el bolsillo trasero de sus vaqueros.

-Vamos por favor...- puse mi mejor cara de niña buena y junté mis manos frente a mi

Él me miró negando con la cabeza, pero seguí insistiendo hasta que soltó un bufido y sacó el celular de su bolsillo para dármelo.

Con una gran sonrisa de victoria entre a la aplicación. Solo tenía tres historias en su biblioteca, dos eran de ciencia ficción y otra de aventura

-¿Por qué tan pocas?- no pude evitar preguntar

-Casi todas las historias en Wattpad son cliché- contestó encogiéndose de hombros- por eso casi todos los que usan Wattpad son chicas desesperadas

Me llevé una mano al pecho ofendida y acto seguido golpeé su hombro, provocando que soltara un quejido. Me miró mal mientras sobaba la zona afectada, pero no me importó.

-A mi me gustan esas historias- dije  mirándolo mal

-Lo sé, por eso lo digo- se encogió de hombros

-Idiota- susurré entrando a su perfil

-Llorona- contestó de vuelta

En otro momento hubiera seguido con la discusión, pero estaba tan intrigada por ver que otras cosas tenía en Wattpad que lo ignoré.

Abrí la boca sorprendida al ver su nombre de usuario. No puede ser...

-¿¡Eres Black_Veins?! ¡Yo amo tu historia! ¿Porqué tardas tanto en...- me quede callada al darme cuenta que estaba alabando a Luca

No podía creer que uno de mis escritores favoritos, a quien admiraba y era mi ídolo a seguir, era nada más ni nada menos que el idiota de Luca.

Él me miró ¿apenado?¿Era eso lo que no quería que viera?

-¿De verdad te gusta mi historia? - preguntó a lo que asentí con la cabeza

-¿Porque tardas tanto en actualizar? ¿Ya escribiste algo? ¿Puedo leerlo?- pregunté entrando a la parte de editar historia

-¡Hey! Tendrás que esperar como todas las demás - dijo intentando quitarme el celular por segunda vez

Puse su teléfono en mi espalda, evitando que me lo quitara, pero al sentirlo vibrar lo saqué de mi escondite. Miré la pantalla y mi buen humor se esfumó.

El nombre de Lauren aparecía en la pantalla seguido de un mensaje que decía que le encantaron los chocolates que le llevó hoy a la escuela.

Sin decir nada le tendí el celular a Luca, quien me miró confundido, pero al mirar la pantalla sonrió y pude ver cómo sus ojos se iluminaban. Él se sentó en mi cama para usar su celular (olvidándose por completo de mí). Yo me senté en mi escritorio y comencé a hacer garabatos en mi libreta mientras pensaba.

La semana que viene comenzaría de nuevo la escuela, mañana sería el último día que Luca vendría a mi casa. Me preguntaba cómo sería nuestra relación ahora en la escuela, si volveríamos a las peleas inmaduras de siempre o si nos llevaríamos mejor.

De pronto se me ocurrió una idea.

-¿Quieres ver películas mañana?-pregunté haciendo que apartara la vista de su celular y me mirara sorprendido

-¿No se supone que estás castigada?- preguntó con una ceja alzada

-Puedo convencer a mamá- respondí encogiéndome de hombros

Lo mire por unos segundos y él me sostuvo la mirada del mismo modo. Nunca podría descifrar a este chico. Un día es un caballero, al otro un idiota, luego viene a pedirme disculpas e incluso me ayuda. ¿No se supone que las complicadas somos las mujeres?

Su voz me sacó de mi crucigrama mental que él mismo había creado.

-Me encantaría pequeña minion...