Encuéntrame, corazón.

"𝓜𝓮𝓶𝓸𝓻𝓲𝓪 𝓹𝓪𝓻𝓪 𝓭𝓸𝓼"

Poca distancia para mirarme a los ojos,
Y no recuerdo haber estado ahí,
Memorias efímeras y presentes...
Todavía llevo su aroma.
Todavía me debe vida,
Y no le disculpo haberme olvidado allí.

Llevo aún la mirada indiscreta,
Que clamaba por un poco de atención.
Y no culparia jamás,
A sus ojos siempre gélidos,
Que veían entre la lluvia,
Y pestañeaban al ruido.

Cuánta ingenuidad de noche,
Apenas si pude creerle,
Juraba sobre sus rodillas,
Y lloraba entre mis manos...
No le perdono aún;
Ni siquiera por Dios,
¿Cómo se atrevió esa noche?
A ofrecerme el corazón.

¡Imposible, hombre!
Asimilarle es barbaridad,
Con tanta vida delante,
Y tantos años vividos...
De aquella alma enamorada,
Ya nunca volví a saber.

Llevó consigo su sentir.
Pero sus lágrimas yo las conservo,
Entre palabras y desatinos,
Que no se marchan jamás.
Le cedí un sólo beso, junto con mi seriedad,
Desvaneció el tiempo,
Y la vida de un mortal.

[Ojalá ya nunca vuelva,
Ruego al cielo cada día,
Para que jamás se entere,
Que fue el amor de mi vida.]

Cuéntame de tus amores, ¿por qué no estuve yo ahí?