11.

1.4K 182 20
                                    

Querido Santa:

"Antes me negaba a creerle a las personas que me decían que no existías, pero ahora... veo que tienen razón; no exístes y perdí mucho tiempo escribiéndote cartas que al fin y al cabo nunca leerías, él nunca va a volver

Ahora me toca decirte adiós... hasta siempre."


Mi ánimo estaba por el suelo; no tenia ganas de nada mas que gritar, llorar y escuchar canciones tristes que solía cantar con Liam cada vez que uno se sentía triste.

Extrañaba a Liam más que cualquier cosa en el mundo, ni cuando mi conejo murió; Liam era una persona muy importante para mi y es una tremenda tortura no poder verlo, ni abrazarlo, tampoco se nada de él.

El timbre de la casa sonó.

—¡Skylar!, anda a abrir la puerta.—grito mi hermano; el muy vago siempre me dice que abra la puerta, que conteste el teléfono, que le pase esto, que le pase lo otro, es un jodido.

—¡Skylar!—el timbre volvió a sonar, por lo tanto mi hermano no abría la puerta y me gritaba para que baje y la abra, que se joda, no ando de humor.

—¡Skylar!, que bajes y abras la puerta. ¡Sorda!—me llegó.

—¡No me jodas!, ¡no ando de humor para aguantarte gritándome!, ¡si quieres dejar de escuchar el bendito timbre baja tú!, ¡ y si me vuelves a joder te rompo la lámpara en la cabeza!, ¡¿Entendíste?!—grité ya fastidiada para luego volver a cubrir mi cabeza debajo de la almohada.

—Skylar...—me encontraba llorando de frustración tal cual chivola pava soy.

—¡Te dije que no molestes!—me giré dispuesta a romperle la lampara a mi hermano en la cabeza pero me quedé callada al verlo.

—¿Skylar?

—¿Liam?—baje la lámpara que había tomado y la dejé en la mesita de noche.

—¿Esto es una clase de broma?—pregunté riendo; tenía dos hipótesis, estaba loca o, mi madre me había drogado en la hora de almuerzo.

—Skylar, princesa; estoy aquí, perdón por no llegar ayer, digamos que mi vuelo se retraso un poco—levante una ceja.

—¿Un poco?

—Bueno, bastante.

—Sigo creyendo que esto es una broma y que me estoy volviendo loca.

—Skylar, soy yo; soy tu bolita. Papita ya no me extrañes, el más churro llegó.-y Jesús mío, si era mi bola creída.

—Bolita...-mis ojos se volvieron a llenar de lágrimas.

—Mi papita...—salté de la cama,lanzándome a su cuerpo, abrazándolo y besándole todo el rostro.

—Te extrañe tanto.—le dije mientras me secaba el rostro en su polo.

Liam se veía ...diferente, mucho más guapo que hace cuatro años, mucho más alto, más musculoso, la carita le había cambiado; él ya no era un niño... había crecido, pues claro que ha crecido, no es Peter Pan.

—Ya, pequeña, no llores más, me pondré todo sentimental y empezaré a llorar—dijo haciendo que las lágrimas salgan como cascadas de mis ojos.

—Pequeña, ya...—dijo y lo miré a los ojos.

—Te quiero...—susurré. Liam me abrazó mucho más fuerte.

—Yo más—ambos nos sentamos en la cama aún llorando y sonriendo como nunca.

Esto era increíble, luego de 4 benditos años él había vuelto, había vuelto por mí, por sus amigos, había vuelto por todos... estaba conmigo ahora.

Inhala y exhala, Skylar. Inhala y exhala.

—Liam... ¿tu eras el que me mandaba mensajes?—pregunté recordando a esa persona que bloqueé como tres veces.

—No-dijo... Okay, el que me había mensajeado podía ser un loco psicópata que me acosaba y Santa Dios, el número desconocido había entrado a mi cuarto y sabía donde vivía y... ya morí.

—Fue mi mamá.—me rasqué la nuca incómoda con mis propios pensamientos...lol

—Te odio.—le dije riendo.

—Yo te amo.—dijo y besó mi frente.—¿Qué es esto?—dijo tomando la carta que le había escrito a Santa hace unos minutos.

—Nada—se lo quite de las manos y reí nerviosa, pero Liam me la volvió a quitar y yo bufé molesta.

Leyó mi carta en voz alta y comenzó a reír.

—¿Le escribías a Santa?—bajé la vista sonrojada.

—Es lo más tierno que alguien había hecho por mi, Skylar—se acercó a mi, me sonrió, besó mi mejilla y luego el hijo de su madre me comenzó a hacer cosquillas. Ugh, siempre lo hacía.

—Ahora señorita...—dijo levantándose de la cama y levantándome a mi también.—Usted le pedirá disculpas a Santa y le dirá que su mejor amigo ,el más guapo de todos, volvió. Por cierto... ¿dónde están las otras cartas?.

—Están en los dos primeros cajones del escritorio... ¿Qué esperábas?, no estuviste por 4 años, estaba necesitada y aburrida.-dije al ver la cara de sorpresa de mi amigo que luego cambió por una cara de culpa.

—Perdón, perdón, perdón.—me volvió a abrazar, se había vuelto muy empalagoso.

—No te preocupes, ya estás aquí; ahora si me permites, tengo una carta que escribir...


Querido Santa:

"Perdón por todas las cosas que te escribí antes, estaba muy hormonal, y me disculpo por eso.

Santa... gracias por traer a mi mejor amigo devuelta, gracias por traer a mi bolita, gracias por traerme la felicidad, además, mi mejor amigo está mejor que el pan con nutella."

Dear Santa |L.P| #1Where stories live. Discover now