Un Poco de Magia

Capítulo 14

Peter

Corinne esta enojada, lo se, no me habla desde aquel día. Tal vez este siendo paranoico pero ire a su casa para buscarla y arreglar todo con ella.

Salgo de casa con mucha prisa y al pararme frente a la puerte de su casa siento que alguien más esta aqui, le envio un mensaje a mi guarda espalda para que sigilosamente averigue, no quiero que sean las chusmas.

-Peter, si son ellos.- dice volviendo y los maldigo por su obseción.

Reclamar a mis padres estaria mal, no quiero que se sientan responsables asi que me desvio a ver a mis amigos, ellos están en la casa de Matias, sera una reunión de pura diversión.

Todo el día estamos jugando videojuegos, conversando de cosas sin sentidos y por supuesto burlandonos de nosotros entre nosotros.

-Entonces te quedaras en Toronto?- pregunta Matias.

-Si, estudiare aqui.

-Seremos compañeros entonces.-dice tirandome palomitas a la cara.

-No era necesario desperdiciar palomitas.-respondo devolviendo el acto.

-Entonces toma esto.- responde lanzando un snicker.

-Que infantil.

Volvemos a tomar los controles y Carlos nos lo quita.

-Arreglen sus problemas decentemente.- le entrega un control a Sam.- Nosotros jugaremos.

Que convenciero, reimos despues de querer rescatar los controles para nosotros, me fijo la hora y salgo de la casa de Mati para volver a buscar a mi novia.

Camino a su casa la veo sentada en una banca, desde donde estoy se la ve tan hermosa, parece la diosa de la perfección.

-Hola.- saludo y ella responde con una sonrisa.

-Llegaste.-Comenta.

Ella hace espacio para que pueda sentarme junto a ella y quedamos en silencio por largo rato, intento decifrar si esta molesta o que le pasa pero es dificil con esa neutralidad que me recibio.

-Peter, eres la persona más linda que he conocido.

-Me sonrojas.

Respondo haciendo que ella suelta una risita

-Deja de bromear.- dice volviendo a tomar las riendas de la conversación.- No estoy molesta.

-En serio?

-Si torpe, deja tu nerviosismo que me va a irritar.

-Veo una alerta de gruñona.- digo dejando de mover mi pierna.

Ella voltea a verme con una mirada retadora.

-No soy gruñona.

-Como diga mi capitana gruñona

Ella mueve la cabeza con una elevada sonrisa y suspira en rendición.

-No te imaginas lo mucho que me cuesta hacer esto

-Que pasa Corinne?- cuestiono ya con más seriedad.

-Terminamos Mendes.-dice sin filtro.

Quedo perplejo al escucharla, acaso ella esta rompiendo conmigo.

-De que hablas Corinne, yo te amo, tu me amas, porque hacer esto?

-Porque tengo que irme, tengo que ir a la universidad y tu también.

-Pero no es necesario terminar, podemos tener una relación a distancia.- digo convencido.

-No me estas entendiendo.-dice poniéndose de pie.- Mira a tu alrededor,  eres parte de una familia famosa, a ti siempre te van a seguir.

-Pero y si no quiero?  Corinne, te has puesto a pensar si quiero una vida normal, sin fama, solo una vida tranquila.

Ella masajea su cuello varias veces y saca su celular, busca algo y me lo muestra.

Tiene que ser un chiste

-Lo que intento decirte es que esto no duraría para siempre, por más que queramos, las cosas no pueden ser para siempre.- responde de igual manera.- Y tu no puedes fingir ser un adolescente más.

-NO.- exclamo con molestia.- No quiero terminar contigo, no puedo frenar esto yo solo pero le puedo pedir a mis padres que me ayuden.

-Y eso servira? no quiero que me abrumen con comentarios sobre que se siente estar contigo o que me insulten desconocidos porque no me creen lo suficiente guapa para estar a tu lado!

-ERES GUAPA PARA MI, LA CHICA MÁS SEXY QUE HABIA VISTO.

Me exalte, no me arrepiento, no quiero escucharla insegura de si es suficiente. Entrelazo su mano con la mia logrando que ambos curvemos nuestros labios.

-Co..........

Antes de que pueda decir algo más llega una orda de paparazzis abrumándonos, me molesta su llegada y en lo único que pienso es ¿que le pasa a esta gente? no puede respetar mi privacidad, ni siquiera soy famoso.

-Esto es de lo que te hablo.- dice ella separando su mano de la mia para retirarse.

-Corinne espera.-digo intentando detenerla pero ellos la empujan hacia atrás entonces la pierdo de vista.

Salgo corriendo hasta donde no me encuentren, intento ubicar a Corinne pero no la encuentro entonces al estar seguro que no me siguen voy a casa .

Ingreso molesto hasta mi habitación, intento ubicar a Corinne por redes sociales pero no responde, me echo en mi cama e intento asimilar todo.

-Peter, que haces?- cuestiona mi padre desde la puerta de mi habitación.

-No quiero ser como ustedes, no quiero fama, porque es tan difícil de entender.-exclamo molesto.

-Tranquilo, no entiendo porque dices eso.- Continua mi padre preocupado.

-No sabes?  las chusmas llamadas paparazzis llegaron cuando estaba hablando con Corinne.-respondo molesto.

Mamá llega hasta nosotros y observa todo el desorden que hice.

-Hijo no entiendo porque hicieron eso, veré que hacer, pero por favor no te alteres.

-COMO QUIERES QUE NO ME ALTERE, NO SOY USTEDES, NO SOY FAMOSO NI QUIERO SERLO, QUIERO MI VIDA NORMAL.

-Peter no levantes la voz.- sentencia mamá desde la puerta.

Ella tiene el poder de en cualquier momento lograr que la obedezca, es su don tener el control así que me relajo y vuelvo a hablar.

-Mamá quiero ir a la universidad, estudiar algo, quiero ser un adolescente como cualquier otro, sin que las camaras lo abrumen.-respondo con más calma.

Mamá se acerca hasta mi persona y con una sonrisa dulce responde.

-Lo seras hijo, nadie te obligara a lo que no quieres.-Hace una pausa y voltea a ver a papá por un momento.-Dime a cual universidad decidiste ir?

-La universidad de Toronto.-respondo.

Mis padres suelta un suspiro pero aceptan mi decisión.

-Tu decisión y solo tuya.-responde mi madre.

No entiendo como es que tengo a los padres más compresibles del mundo, les doy un abrazo a ambos, no cambiaría a mis padres por nada del mundo.

-Mamá.-digo apenado, ella observa con curiosidad entonces continuo.-Perdón por no acompañarte el otro día, lamento no haber estado con ustedes en el acto de memoria de mi hermana.

-No te pongas triste hijo, entiendo.-responde ella y papá me da suaves palmadas en la espalda.