SET ME FREE. × KookTae [PAUSADA]

Three.

"El mar es lindo, ¿Verdad?" Le pregunto aquel niño.

"Lo es." Contesto un pequeño Jungkook.

"Yo he estado en el fondo de el mar muchas veces."

"¿De verdad? ¡Eso es imposible!"

"¡Si es posible! Yo he estado ahí."

El pequeño Jungkook arqueo una ceja mientras miraba a la personita frente a el.

"Demuéstralo."

Y la persona frente a el metió una de sus manos en su bolsillo, de ahí sacando dos collares con caracolas muy pequeñas con la misma forma, con la diferencia de que estás eran de diferentes colores.

"Dime Kook, ¿Cuál es tu color favorito?" Le pregunto.

"El morado."

Y al niño frente a el le brillaron los ojos.

"¡Lo sabía! Cuando vas a las profundidades del mar, una leyenda dice que si encuentras dos collares iguales estos pertenecen a dos almas gemelas que fueron separadas en sus vidas pasadas." Dijo, mientras se los mostraba de más cerca. "Yo encontré estos una vez que fuí a nadar con mi mami. Por alguna razón, siento que uno de ellos te pertenece, y mira, uno es morado." Señalo "¿Crees que sea una coincidencia?" Le pregunto.

"Nunca había escuchado algo como eso. Es cursi. Pero... Lindo, creo."

"Lo es." Le dijo. "Toma." El niño le extendió el collar con la pequeña caracola morada, y Jungkook lo tomo, mientras el niño frente a el se ponía el otro collar con la otra pequeña caracola verde, así que Jungkook lo imitó, y se lo puso. "Confío en que tú eres mi alma gemela, así que tienes que prometer que siempre lo tendrás contigo, y prométeme que nunca me olvidarás."

"Lo prometo."

[•••]

Jungkook se había despertado cuando sintió que todo su cuerpo sudaba, se levantó de su cama un poco asustado, mientras tocaba su cara y notaba que sus mejillas tenían lágrimas, y unas cuantas mas que aún iban saliendo.

No sabía que demonios era eso que había soñado, no recordaba la cara de la otra persona, pero parecía que era algo que le hacía doler el corazón.

Lo primero que hizo fue dirigirse a un pequeño cajón que tenía, como un cofre con candado, para que su hermana menor no tomara las cosas que había ahí.

Utilizó la llave que tenía escondida por algún lugar de su habitación para abrir el cofre.

Busco al fondo, y cuando pensó que lo había perdido, lo vió ahí.

Un collar con una pequeña caracola color verde diamante.

La miro más de cerca, sentándose en su cama y tratando de recordar cómo había conseguido aquel artefacto, y porque había soñado con el.

Pero ahora que lo veía más de cerca, el color de aquella caracola le recordaba mucho a la cola de la sirena que había visto ya dos veces.

Suspiró, poniéndose el collar, algo dentro de el le decía que debía llevarlo, que debía ir con el chico, y preguntarle de una vez si ya se habían visto antes.