Llamando al pasado.

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En mis sueños, estaba  atrapada en una habitación oscura, podría decirlo con seguridad por que repase aquel sitio al menos unas veinte veces hasta cerciorarme que había 4 paredes, 4 esquinas con las que mis pies y mis manos chocaban a cada intento de registrar una posible salida, solo me altere cuando escuche una voz gutural que me invadió el cuerpo y me hizo sentir el estallido eléctrico que invadió cada bello, algo decía pero no entendida que , solo escuchaba el golpeteo de mi corazón contra mi pecho y la respiración tan jadeante.

Poco a poco me tranquilice, atrape en mis manos mis duras rodillas, y sumergí mi cara en mis piernas, la presión de mi mandíbula me despertó.

Tome un respiro y me estire lo más que se pudo dentro de la cama, y algo en mi garganta no me dejaba tragar saliva, estaba seca y además muy caliente, al incorporarme pude sentir las náuseas subir por mi garganta pero me apresure al baño, fue solo una falsa alarma.

Me puso más nerviosa enfrentar a Bruno, y dude en  bajar a la cocina, pero esa era mi rutina, bajar, tomar un vaso de agua, comer una barra de frutas y ver si había leche.

Después de un baño y la calma completa para arreglarme, baje las escaleras, escuche un par de ruidos, al adentrarme a la cocina me pareció extraño que él estuviera de espaldas al refrigerador, estaba tan sumergido en sus pensamientos que no escucho cuando entre , mucho menos que le había hablado por su nombre.

V<Estas bien?

El me miro casi desconcertado.

B<Esa pregunta no se ha contestado desde anoche- dijo sin dejar de mirarme- tú lo estás?

V<Si, pero…algo en ti no está bien

Sin más se acercó a mí, me tomo en brazos y comenzó a besarme , por un momento trate de separarme de él, pero pudo sujetarme y llevarme contra la pared, mi espalda choco contra el concreto frio, y sus manos tocaban con desesperación mi cuerpo, pude haberlo detenido, pude haberlo apartado y dejarle ahí en ese instante con toda esa lujuria, pero  entonces vi que yo ya no me rehusaba a nada, comencé a sentir un fuego interno, un fuego que bajaba poco a poco y que me hizo sentir un cosquilleo inmenso, nos detuvimos un momento entre respiraciones agitadas y miradas lascivas.

B<Quiero que seas mía!!

Aun no entiendo la razón, pero eso lejos de molestarme me hizo estremecer el corazón, me encendió aún más,  y mi respuesta fue un beso apasionante, uno que pareció durar mucho tiempo y que no hubo necesidad de completarse con caricias ni abrazos, solo necesite sus manos en mi cintura para hacerle saber que ahora le pertenecía.

Justo cuando nuestros labios se separaban por un par de segundos, unos toquidos  en la puerta nos desconcertaron, alguien gritaba pero nuestro libido nos había dejado inconscientes por un momento, después reconocimos la voz de Javo.

J<Bruno abre cabron, necesito ayuda!!!!

Bruno se alejó de mí y abrió la puerta, pude ver a Javo con heridas en el rostro y alterado, intercambio algunas palabras con Bruno quien sin decir más tomo su chamarra y me ordeno no salir, salió dejándome de pie en las escaleras y pensando en lo que no se llevó a cabo por aquella interrupción, de pronto entendí, entendí por qué mis compañeras de secundaria no podían dejar de lado sus modales tan obscenos, y es que entendí bien cuando mi cuerpo me hizo notar que poseía más que huesos , arterias, venas  y órganos y sabrá quién sabe que tanto más, pero por qué?, eso era normal?.

Mi nombre es ReginaWhere stories live. Discover now