XVII: Sucesos

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Te amo, JongHyun.

Las últimas palabras de KiBum se repiten en su cabeza como un yoyo rebelde.
Aquella forma en que los labios rosados tocaron más allá de su conciencia le da miedo. Y no porque tener al rubio sea una mala elección, si no más bien porque se trata de poner su alma en riesgo.

Poner al pie del cañón a KiBum otra vez.

No.

Hace un par de horas que lo tuvo en sus brazos, sumergido de la manera más erotica entre el dolor y el placer. Con esas mejillas rojas, calientes, además de las piernas pálidas que lo sugetaban con celo, pidiendo más. Ansiando más.

JongHyun cree que va a ser difícil quitar la sensación de su piel, y el sabor de KiBum de sus labios. Porque descubrió que él no es sólo amor, ni pureza; el rubio también es pasión, deseo crudo, mismo pecado destructor, y sobre todo... es la criatura más sexualmente arrebatadora.

Si hace años alguien le hubiera dicho que su mejor amigo sería el placer hecho hombre jamás le habría creído.

Jamás.

KiBum siempre fue tímido, amable, con el corazón tan... rosa y blando hacia ciertas personas que nunca lo pudo imaginar de una manera distinta.

O tal vez, porque se obligó a sí mismo a pensar de ese modo.

Cuando lo conoció la conexión fue casi inmediata, y KiBum se acopló rápidamente a él como un cachorro a su dueño.
JongHyun lo mantuvo a su lado siempre,  sonriéndole, acariciándole la cabeza y confiando ciegamente en el rubio.
Incluso le contaba sobre todas sus aventuras amorosas, y KiBum sólo negaba o rodaba los ojos con diversión.

En verdad, ambos eran un complemento inigualable.

Lo eran.

Ahora todo parece ser diferente.

JongHyun ya no está seguro de nada, ni siquiera del supuesto amor que le tuvo a Jieun.

Es como si KiBum hubiera arrebatado cada espacio de su mente, sin dejar que otras cosas fueran lo suficientemente importantes para pensar en ellas.

Es como si sus besos hubieran abierto un nuevo camino. Una nueva posibilidad, que a pesar de todo sigue siendo peligrosa.

Y lo peor; aún la desea.

Maldita sea.

JongHyun mira hacia el espejo todavía roto de su habitación.

Ve en el reflejo una criatura desesperada, confundida y a la vez tan... dichosa.

¿Cómo es eso posible?

KiBum no debería significar esta clase de satisfacción.

Es- no- fue, solo placer sexual.

Su boca rosada no le hizo perderse.

Su piel pálida no le hizo enloquecer.

ʟᴀ ᴍɪsɪᴏɴ ᴅᴇ ʟᴜᴄɪғᴇʀ | JongKey Mini Fanfic Donde viven las historias. Descúbrelo ahora