YUNGI~Un bosque encantado

《 💫¿QUIEN ERES TU? 》

-¿Eh? ¿Que?
-Shhhh
-Tu... tu mano.. estas sangrando
-¡Dije que te callaras!

Eso decía, pero en mi mente solo escucha un
"AAAAAAAAA joder esto duele".
Antes de que el terminara su frase sobre el supuesto color de mi cuerpo, sentí un objeto acercarse, por lo que cubrí su boca sin previo aviso.
No estaba equivocado, sin embargo mis sentidos aun eran débiles, una flecha nuevamente se dirigió hacia nosotros, pero esta vez su objetivo parecía ser él. Sin pensarlo levante ni mano tratando de crear un bloqueo entre lo que yo creía seria la dirección de la flecha.
Normalmente, los vampiros tenemos una resistencia ante los metales normales, sin embargo al sentir como la flecha atravezo mi mano y automaticamente la sangre y el ardor empezaron a brotar ... entendí que esa flecha no era normal.
En ese momento estaba agradecido de saber que el mago no podía ver por completo mis ojos llorosos con la poca luz de luna que había.

YUNHO:
-Agg... auch
-¿Estás herido?
-Mi mejilla esta sangrando.. Pero... tu mano ¿de donde vino esa flecha?
-No lo se... ¿Puedes sacarla? El dolor esta matandome.
-¿¡Que?! ¡¿Yo?! ¿¡Por qué yo?!
-¡¡Acabo de salvarte torpe!!
- ...

YUNHO:
Nervioso tome la flecha que atravesaba por centímetros su mano, habia alcanzado a cortar un poco mi mejilla pero sin duda era lo que menos me importaba en ese momento.
Con pánico de no saber como hacerlo, jale la flecha rapidamente. El y yo seguíamos en el piso sentados el uno frente al otro después de que el bebiese la sangre.
La flecha salió completamente de su cuerpo y sentí su cuerpo gritar de dolor.
Tape su boca rapidamente y sentí como una lágrima atravezo mi mano dejando su camino y cayendo sobre las flores.
-Lo siento.
-Todpm namgo
-jaja ¿Que dijiste?
-Torpe mago...

Pasaron 2 segundos... su cabeza se recargo sobre mi hombro, y la sensacion de agua que creaba sobre mi me hizo sentir un dolor en el pecho, logré verlo gracias a la luna llena y a las estrellas sobre nosotros, sequé sus lágrimas y acaricie un poco su cabello pronunciando las palabras que al parecer el tanto odiaba.
-Eres un vampiro mimado
Me miró con sus ojos cristalinos que aún podían refejar el dolor y el aparente odio hacia esas palabras.
Mi corazón dio un extraño brinco al mirarlo tan inofensivo. Tomé sus mejillas con ambas manos, lentamente y con cuidado me acerqué a él hasta poder besar su frente.
Cuando entré en la idea de lo que estaba haciendo solo aclare mi garganta con un pequeño tosido y tome su mano dispuesto a vendarla, durante todo esto me habia olvidalo de su herida.

-¿Eh? ¿Ya estas curado?... odio su capacidad de curación... ¿Puedes levantarte?
-¡Auch! ¡No la muevas! ¡Aun duele!
-Shhhh, escucho algo.

MINGI:
Tomé su mano hasta poder levantarme y estar de pié frente a él, su estatura era tan solo unos centímetros más alta que la mía, la luna golpeaba su mejilla de la cual escurría un poco de sangre, tragué saliva al sentir su aroma y solo desvié la vista.
Me sentía mal por no poder protegerlo por completo.
Lo noté preocupado y atento a cualquier ruido, me reí un poco al verlo tan imponente aun cuando su visión era nula en la obscuridad.
Me coloqué a un lado de él y a pesar de mi débil cuerpo, observe hacia diestra y siniestra, mi habilidad auditiva no era tan buena pero almenos presumo que mi visión es increíble.
Me teduve un momento y observé a unos metros... Observe dos criaturas moverse, no había sentido esas presencias antes por éste lado del bosque. Eran veloces, las perdí de vista después de verlas moverse de un lado al otro y recordar como mi mano se encontraba abrazada con la suya aun, esa sensación me daba tranquilidad, el no se apartó de mi por lo que yo tampoco tenía razón para hacerlo.
El bosque se quedo en silencio por unos segundos. Tanto así, que solo lograba escuchar mi corazón latir a la par con el del chico a mi lado.

Lo jalé hacia mi una vez mas notando una tercera flecha cruzar frente a mi ojos proveniente de nuestras espaldas.
Giré automaticamente para encontrar a dos ninfas correr entre los árboles hacia nosotros, cada una con su respectivo arco y flechas de sobra, cuyas puntas desde lejos y por experiencia propia, se veía el material plateado con las que estaban hechas.

YUNHO:
-Oye me ahogas.

Me aleje de él y volté hacia la dirección de esos ruidos parecidos a hojas secas rompiendose mientrás alguien pasaba sobre ellas.

-¿Esas Ninfas?
-Espera... ¡¿Las conoces?! ¿¡Y porque querían matarme a mi?!
-Solo corre

Tome su mano sobre la cual pude sentir su herida aun cicatrizandose.
Tome un pequeño saco lleno de polvo cegador que hace dos noches había creado y habia agradecido no sacarlo de mi mochila por la necesidad de espacio en ella. Lo lanzé a las ninfas creando un muro de humo entre ellas y nosotros permitiendonos escapar de su vista.

-Oye, ¿ que esta pasando? Ahh...
-Hey, levantate
-N-No puedo...
-¡¿Como que no puedes?!

Comenzé a entrar un poco en pánico al verlo sosteniendose a pocos centimetros del suelo, me acerqué rápidamente a él cerciorandome de que las ninfas aun no nos alcanzaban, suspire y lo ayude a levantarse.

-Creí que ya estabas mejor
-Perdí mas sangre de la que me diste a beber
-Aaaa maldita sea.
-Hey espera... ¡¿Que haces?!

MINGI:
Mis ojos brillaron y hundí mis dedos en la tierra al ver la sangre escurriendo por una pequeña avertura de su cuello que hace unos segundos logró hacer con la pequeña daga que en obviedad él guardaba. Noté su cuerpo arrodillarse frente a mi acortando la distancia entre nosotros haciendo que su olor a sangre penetrara cada poro de mi piel causando fuertes escalofríos en ella.

-Solo bebe
-¿¡Quee!? ¡Por supuesto que no!
No es divertido si no te muerdo yo
-¡Deja de jugar! ¡Si no lo haces moriré desangrado!

Mi respiración aumentaba aun más al sentir su olor tan cerca, tragué mi saliva y mordía mis labios tratando de resistirme...
Pero él tenía razón, aun necesitabamos salir de ahí y ésta... posiblemente era la única manera, su corte ya estaba hecho y con el mayor cuidado de no morderlo me acerqué a su cuello y comencé a succionar la sangre que salía de él.

-N-No... me...m-muerdas

Su sangre sabía tan dulce, ese sabor me volvía loco. Trataba de contenerme con cada succión que hacía en el y no beber mas de lo necesario o él tambien podría sentirse mal.
Seguí alimentandome de su sangre, se sentía tan bien. Mi respiración comenzó a acelerarse y tome su cintura con una mano acercandolo aun más a mi cuerpo mientras mi otra mano sostenía su nuca que con su ayuda se mantenía ligeramente inclinada.
Sentí su respiracion acelerarse de igual manera y a sus brazos apretar mis hombros fuertamente.
Sin darme cuenta de lo que hacía, me deje llevar, deje de lado su sangre y empecé a besar su cuello a la par en que su sangre aun era saboreada por mi, aunque eso habia pasado a segundo plano.
El no me pedía que me detuviera y yo tampoco quería detenerme.
Su respiración se escuchaba aun más agitada tome su cuello con ambas manos, la sensacion de besar su piel...se sentia tan bien que desearia quedarme ahi toda la noche, mi cuerpo estaba caliente y el suyo comenzo a inquietarse.
Seguí besando su cuello hasta que en un momento de desesperación succione su piel de manera un tanto agresiva, ya no era solo por el sabor de su sangre que hacía mi cuerpo volver a la vida, sino era porque su piel se sentía tan caliente y tan bien en ese momento que simplemente no queria resistirme.
Escuche su voz soltar un pequeño jadeo al sentír mi chupetón.
Fue cuando entendí que debía detenerme.
Me aleje y lo ví directo a los ojos.
Por alguna razón, se veían mas brillantes que la primera vez que los vi.

-Oye mago ¿Quién eres tu?