Capítulo 24.

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Un día en Fukurodani.
Me encontraba desayunando al lado de mi hermano.

—¡Esta delicioso mamá!- le dije a la madre de mi hermano, quien para ser sincera me quería como su hija, ya que ella quería una hija.
A mi mamá le daba igual que cosa fuera.

Además Yukie me había prestado uno de sus  uniformes para asistir a clases hoy.
¡ME VEIA HERMOSA!

—Akaashi  tomame una foto.- le dije cuando íbamos rumbo a la escuela y poder mandarsela  a mi madre y a Noya.

Compartí clases con mi hermano, los chicos se acercaban para hablar con nosotros y decían algún comentario que posiblemente molestaba a mi hermano, fuera de eso todo transcurrió normal.
Incluso algunas chicas eran amigables conmigo.
Otras me llamaban cuñada, y eso no era de mi agradó.

—____ san.- me saludaron los chicos cuando entre al gimnasio.

—Que alegría verlos.- los salude.
Hicimos un pequeño partido amistoso ya que estaba yo ahí, pero no jugué como armador.
Esta vez quería probar algo diferente, ya que creo que mi colocación en el voleibol está inspirada tanto en mi hermano como en Sugawara senpai.

—Fue un grandioso partido ____ san.

—gracias por permitirme jugar.- conteste sonriente al entrenador y a las managers.

—Esperamos verte pronto.

—Claro.- digo sonriente.—Yukie san, mañana mi hermano le va a entregar el uniforme que me prestó.

—No te preocupes,  de igual modo ya no me quedaba.

—Es momento de irnos.- hablo mi hermano detrás de mi.

—¡Voy con ustedes!

—No es necesario Bokuto san.

—¿Qué cosas dices Akaashi?- se río y me abrazo.— Algún día vamos a ser hermanos y...

—Por favor no continúe.- me reí ante la cara de mi hermano.
Sin duda me había divertido demasiado el día de hoy.

El equipo se despidió de mi y a regañadientes aceptamos que Bokuto san nos acompañara a la estación de trenes.
Aún era temprano y si mis cálculos no fallaban llegaría a la misma hora que llegó a la casa después del entrenamiento de los chicos.
El camino en el tren fue tranquilo y relajante, tanto que me quedé dormida un par de minutos mientras que escuchaba música, pero fui levantada por un mensaje de mi madre.

El camino a casa fue tranquilo y pude ver el atardecer, cosa que nunca había visto con tanta tranquilidad, ya que en estos momentos estaría escuchando los gritos de mis mejores amigos.

Noya.
Tanaka.
Sin duda alguna los iba a extrañar.

–¿¡_____ SAN!?- Escuchó unos gritos detrás de mi, y al voltear veo a todos esos idiotas con una sonrisa en el rostro.

—¿Qué hacen aquí?

—Quería que me ayudaras a estudiar. - murmuró Tanaka apenado.

—Confío en la copia que me vas a dar mañana.

—Yo solo te extrañaba.- susurró Ennoshita en mi oído mientras que me abrazaba.

—____ san.- volteo hacia mi superior y este me mira apenado.— Lamento la discusión de la vez pasada, no debí de tratarte así.

—No se preocupe Daichi san.- le sonrió dulcemente.—Usted tenía razón.

—Alguien debe aprender a controlar su carácter. - dijo apenadamente Asahi provocando la risa de todos.

—Pobre del que se casé contigo. - dijo Noya abrázame.

—¿Eh?- lo miro sonriente.— ¿tu no te vas a casar conmigo? Pero le caíste bien a mi padre.

—Cállate. - contestó riendo.— ya te dije que tu y tú esposo me van a mantener.

Balones y sentimientos.  (Sugawara y ____).Where stories live. Discover now