Café (Sugawara Koshi x fem!reader)

6. Nervios

Los días pasaban rápidamente y el partido de entrenamiento estaba a la vuelta de la esquina.
Los chicos me enseñaron cosas básicas sobre las distintas posiciones pero obviamente estaban más centrados en entrenar para el partido que cada vez estaba más y más próximo.

El día antes, estaba recogiendo los balones junto a Sugawara, lo que se estaba convirtiendo en algo habitual al final de los entrenamientos.

—¿Sabes? Estoy preocupado —admitió el chico guardando los balones en la cesta a mi lado.

Ahora era capaz de hablarle sin ponerme tan nerviosa, en estos cuatro días había hablado un poco más con él, y también con los demás.

—¿Por el partido de mañana? No creo que debas preocuparte.

—El capitán del Aoba Johsai es un idiota, pero espectacular jugando —reí ante su sinceridad.

—¿Tooru Oikawa? He oído hablar de él, ¿colocador?

—Sí, pero no es sólo como coloca el balón, sus saques son lo más preocupante.

—Confiemos en que Daichi podrá recibirlos.

—Tienes razón, debería calmarme —sonrió—, gracias.

—Lo que no me parece justo es que elijan nuestro colocador, ¿por qué harían algo así?

—Seguramente quieran ver a Kageyama en acción —miró hacia un lado con algo de molestia escondida—, pero no pasa nada, todavía quedan muchos partidos en los que podré jugar.

—Eso seguro —posé mi mano encima de la suya sin pensar demasiado para reconfortarle. Él pareció sorprenderse durante un momento, pero luego sonrió.

—Gracias.

Kiyoko entró junto con un hombre a su lado y se acercaron.

—Hola (t/n), Sugawara —bajó la vista hacia nuestras manos—, ¿interrumpimos algo?

—No, no —me separé rápidamente.

—Yo voy a cambiarme —dijo Sugawara antes de salir rápidamente hacia los vestuarios.

—Eh.. bueno, ¿necesitas algo? —intenté sonar amable, dirigí a mi vista hacia el hombre con chándal verde, gafas y cabello oscuro.

—Este es Takeda, profesor que nos está ayudando mucho con el tema de los partidos y demás.

—Encantada, soy (t/n) —ofrecí mi mano, la que tomó sonriente.

—¡Un gusto (t/n)! Seguro que podemos llevarnos bien.

Él realmente parecía muy servicial.

—Veníamos a avisarte de la hora del autobús para mañana, hay que estar aquí a primera hora de la mañana, sin retrasos.

—Entendido.

—Vamos a preparar los materiales, ¿puedes informar a los chicos sobre la hora? —preguntó Kyoko mientras cargaba la cesta de los balones, a lo que le ayudó Takeda.

—Ahora mismo.

Fui algo insegura hacia los vestuarios y toqué la puerta que estaba levemente abierta.

—Chicos, soy yo, ¿puedo pasar?

Se escuchó un "sí" grupal.
Entré y algunos de ellos estaban sin camiseta, por lo que, como un acto reflejo, me tapé los ojos con la mano.

Escuché la ruidosa risa de Tanaka por mi acción.

—¡Chicos! Me ha dicho Kiyoko que os diga que mañana hay que estar aquí a primera hora de la mañana, puntuales.