Los días pasaban y Hong joong cada vez necesitaba más a ese pequeño chico que alegraba su día a día, para ese entonces el ya sabía perfectamente que lo que en verdad sentía no era una Simone amistad, sino algo mucho más fuerte y estaba 100% seguro que Mingi también se sentía de la misma forma...
Ya era diciembre... Sólo un mes, un mes más para poder ver a ese chico dueño de su pensar y por el cual daría todo.
-Ya quiero verte - decía Hong joong al otro lado del teléfono, ya se había hecho costumbre el sentarse a platicar en su cómoda cama a altas horas de la madrugada.
-Joongie... Todos los días, antes de dormir leo el último mensaje que me mandas - decía entre risas el menor, provocando un pequeño sonrojo en la cara de Hong joong quien sin más sólo dijo.
-Yo también lo hago... Para poder soñar contigo.
Sí, sus pláticas cada vez parecían pláticas de una pareja felizmente casada cosa que no les molestaba ya que ambos sabían lo que sentían pero aun no era tiempo de declaraciones.
