you're so strong, emi 2/2

2.8K 377 115
                                    

Joaquín no tenía idea de con cuántas personas diferentes había bailado después del quinto trago.
Recordaba vagamente estar entre los brazos de un chico que le susurró en el oído su nombre;
Mino.
Después se le unieron Jackson y mark, quienes se encontraban con sian, Alejandra y Nikolas.

Joaquín había bailado un par de canciones con ellos, sin embargo, después se apartó del grupo y  los perdió de vista. Hasta ese momento.

Justo ahora, no bailaba con nadie y estaba demasiado ebrio como para preocuparse por ello. La música le ensordecía, pero se sentía bien, porque a su alrededor no flotaban preocupaciones, sólo notas musicales y distintos aromas de las personas a sus costados, quienes bailaban en estados iguales o peores que el suyo.

Divisó a lo lejos a sian dirigiéndose hacia a él, así que sonrió y comenzó a correr, escapando.

-¡mierda, Joaquín, vuelve aquí!

Lo escuchó gritar, pero no se detuvo. O al menos, no hasta que chocó de frente con una pared y cayó al piso de trasero.

-¿estas bien?- le preguntó la pared.

“ un momento... La voz de la pared se parece a la de emilio”

Pensó Joaquín, en medio de sis desvaríos ebrios. Soltó una risita estúpida y miró hacia arriba, y encontró unos adorables y brillantes ojos, tras unos lentes redondos.

- eres una pared...- hipido.- una pared extraña...- murmuró arrastrando las palabras.

-¡sian, ya lo tengo!- escuchó gritar a emilio, quien lo sostenía en sus musculosos brazos. Joaquín pasó sus dedos por los músculos de aquellos brazos, sonriendo embobado. El cuerpo de emilio tembló bajo su toque, pero Joaquín estaba demasiado perdido para comprender que lo estaba asustando.

-eres tan fuerte... Eso me pone caliente...- gruñó Joaquín, enterrando sus uñas en los brazos de emilio.

- quédate quieto.- pidió emilio, ante la pataleta que comenzó hacer Joaquín de repente.

-¡dejame ir, déjame ir, déjame ir!- gritaba el menor intentando vanamente golpear al moreno que lo sostenía.- debo encontrar a Romi...

-¿romi?, ¿conoces a mi hermana?- preguntó emilio intrigado.

-no, que tonterías dices...- Joaquín empezó a reír histéricamente.

En ese momento, Joaquín siente como su cuerpo es entregado a otros brazos distintos, lo cual le hace enfadar.

-gracias, emi.- dice sian, llevándose a Joaquín al hombro.- suele ser un poco fastidioso cuando bebe de más.

-estoy bien, sian. No hay problema.- asegura emilio sonriendo.

-¿ves eso, Eduardo?- habla de repente.- ¡es tu novio! ¡hola, Niko! ¡el rosa te queda bien! ¡pero se ve mejor en mí!

-sí, no quiero que le pase algo malo en ese estado.- admitió emilio, sonrojandose, haciendo sonreír a Eduardo.

-bien, te acompañaré al auto para dejarlo allí.

- déjame preguntarle algo a mi mayor primero, ya voy.- pide emilio señalando a sus espaldas. Sian asiente  y comienza a caminar con Joaquín en el hombro.

Mientras sian camina, Joaquín no para de balbucear, cantando la canción la cual todos bailaban en la pista.

-¿tu sabías que Romi era la hermana de emilio?- cuestiona eduardo, acercándose lo suficiente a Nikolas para que esté lo oiga.

-claro, nos lo dijo cuando lo conocimos.- dice sonriendo para proceder a dejar un beso en los labios de su novio.

-ew, ustedes son tan asquerosos...- se queja Joaquín. Seguidamente se escucha un silencio, para luego, oír como Joaquín sorbe su nariz.- pero también son taaan lindos.

-¿estas llorando Joaco?- pregunta sian preocupado, bajando al menor de su hombro.

-no...- miente el castaño, cubriendo su rostro con ambas manos.

-¿porque lloras?- pregunta sian de nuevo, apartando las manos del menor de su rostro.

-¿tu crees que emi tenga novia?- Pregunta en tono lastimero, haciendo un adorable puchero, que derrite el corazón de sian.

-claro que no, Joaco. Él nos hubiese dicho.- se incluye Eduardo en la conversación.

-¿lo prometes?- pregunta Joaquín, acercando su dedo meñique, aún con su puchero.

-lo prometo.- sonríe Eduardo, enganchando su dedo meñique, al del menor.

-ya estoy de vuelta.- anuncia emilio, viendo a los presentes. De inmediato, Joaquín se lanza a su brazos, abrazándolo, haciendo que el rostro de emilio se torne rojo.

- vámonos.- dice Nikolas, tomando la mano de su novio, saliendo del club.

falofilia ; Où les histoires vivent. Découvrez maintenant