Capítulo 39

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La tarde de aquel día era calurosa por lo que hacía mucha más obvia la llegada del verano y la verdad es que eso me fascinaba, me recordaba a mis días de escuela en los que simplemente deseaba que todo acabara para no regresar nunca más, me recordaba a las miles tardes de estudio en las que Tae y yo nos la pasábamos partiéndonos la cabeza con tal de que toda la información quede para los exámenes.

Aquella tarde estaba escuchando una canción que Tae y yo habíamos encontrado en una película que nos encantó, Mama de Roy Orbison, hacía que todo se sintiera mágico en ese momento, en aquella tarde en que el sol acariciaba cálidamente la ciudad con sus colores anaranjados.

La puerta de mi casa sonó y yo preferí seguir cómodamente, soñando despierta, hasta que mamá me llamó y debí bajar a la sala porque habían invitado a Isabelle y a Nam Joon para cenar, como en los viejos tiempos y claramente ellos habían traído a la pequeña Yon Sook quien miraba la casa extrañada.

- ¿cómo están? –saludó papá alegre y yo me acerqué para saludarlos también

Como imaginé, Isabelle fue a la cocina con mamá y yo me quedé cuidando a Yon Sook mientras papá y Nam platicaban animados en la sala, papá le daba consejos para su hija y preguntaba acerca de l trabajo y como iba su vida, pero una llamada a papá interrumpió su conversación por lo que él se tuvo que retirar para responder.

- no puedo creer que ya te hayas graduado Eliza –dijo Nam y yo asentí con una sonrisa mientras jugaba con las manos de Yon

- fue duro, pero lo hice –dije alegremente y él tomó mi mano curioso- ¿pasa algo? –pregunté curiosa frente a su acto

Él sonrió burlón y negó con la cabeza- mi querida Eliza ¿en qué momento creciste tanto? –me preguntó tocando el anillo que llevaba- te vas a casar –dijo nostálgico y yo únicamente atiné a reír nerviosa

- mis papás no lo saben todavía –dije y él me miró sorprendido- Tae me lo propuso ayer

Nam y yo compartimos una sonrisa cómplice y Yon tomó mi mano igual que su padre, inspeccionó el anillo con curiosidad y miró a Nam completamente confundida- parece que apenas ayer hubieras salido del colegio –mencionó sonriéndole a su hija, sonreí en respuesta y bajé a Yon de mis brazos para dejarla correr hacia su padre y escucharla preguntar por el anillo que usaba, él con una voz muy dulce le explicó su significado y ella rápidamente regresó a mí para tomar mi mano

- ¿qué es un esposo? –me preguntó haciendo un puchero y yo reí- no, no me digas –dijo y se fue corriendo hacia su papá

Para ese momento, mamá regresaba a la sala con Isabelle al igual que papá, mentalmente sabía que Tae llegaría pronto porque había enviado un mensaje diciendo que quería conversar con mis padres y estaba segura de que se refería a nuestros planes (y esperaba realmente que no se pusiera tan nervioso como el día anterior)

- mamá ¿qué es un poso? –le preguntó a Isabelle en cuanto se sentó en la sala

- un pozo es un –su hija la interrumpió

- no, eso no –hizo un puchero y miró a su papá con el ceño fruncido, intentado recordar la palabra- un esposo –dijo entrecerrando los ojos y yo reí

- es la forma de llamar a un señor que está casado mi chiquita, tu papá es mi esposo –dijo y ella sonrió, llegó saltando hasta donde yo estaba y empecé a entrar en nervios porque después de la parrillada ya sabía que Yon no era buena para guardar secretos y mucho menos cuando eran cosas así

" – mis papás me van a dar un hermanito –chilló feliz mientras corría en círculos- yo los escuché ayer que estaban diciendo que me van a dar un hermanito "

- ¿vas a tener un esposo? –me preguntó Yon y por mera casualidad el timbre de la casa sonó, provocando que los nervios me comieran todavía más, mamá fue a abrir la puerta y en cuanto escuché su alegre saludo supe que Tae Hyung había llegado- Liz –me llamó Yon insistente y yo la miré- ¿vas a tener un esposo? –me preguntó otra vez, pero Tae llamó la atención de todos en la sala y Yon corrió para saludarlo y seguramente, para que la cargara

Todos estábamos conversando en la sala, yo seguía estando nerviosa y Tae acariciaba mi mano notando que estaba casi temblando, pasó el tiempo y mis papás fueron a la cocina para preparar la cena mientras que mi novio me regalaba un apretón de mano intentado dejarme más tranquila (él se había llenado de una coraje increíble que en esos momentos estaba envidiando muchísimo).

- Liz –me llamó Yon robando mi mano de su zona segura- mi papá dice que te vas a cansar –Nam rio a carcajadas y la corrigió- a casar –dijo nerviosa y me miró con sus grandes ojos

No podía estar más nerviosa, Isabelle había escuchado eso y me miraba sorprendida- ¿te vas a casar? –preguntó susurrando y Tae asintió orgulloso

- conmigo –dijo animado y yo reí nerviosa

- ¿él es tu esposo? –preguntó Yon señalando a Tae y yo la miré con ternura

- todavía no, pronto

Desearía no haber abierto la boca en ese momento, pero lo había dicho y mi papá lo había escuchado- ¿cómo que te vas a casar? –preguntó sorprendido y mamá salió curiosa de la cocina- tu hija se va a casar ¿con quién te vas a casar?

Tae suspiró evidentemente nervioso y miró a mi papá intentando llenarse de valentía- conmigo –dijo y mamá sonrió emocionada

- que bueno –dijo ella animada y papá la miró sorprendido

Sabía que su confusión no venía de la idea de que no le agradara Tae, en realidad se llevaban bien desde hace bastante y no me negó nada en cuanto les conté que era mi pareja, pero seguramente se sentía triste de que su última hija fuera a casarse, de que así iba a terminar mi vida con ellos y empezaría mi ciclo con el amor de mi vida.

Durante esa cena conversamos acerca de la boda, acerca de Tae y de mí y papá se veía muy nostálgico al igual que mamá, ambos tenían lágrimas que querían salir y ellos les prohibían el paso, pero cuando Nam y su familia se fueron, quedamos los cuatro y ellos empezaron a hablar con Tae, le dijeron que se sentían felices de lo que pasaba y muy tristes porque la luz de su vida debía empezar otro sendero en el que ya no podrían estar viendo tan seguido los pasos que tomaba.

Por alguna razón, esa noche le pidieron a mi novio que se quedase, tal vez querían conversar un poco más o quizá pensaban que intentaría llevarme con él a su departamento.

Fue la primera noche que compartimos juntos y me encantaba la idea de abrazarlo y no tener que despedirme de él con el temor de que llegara bien a casa, su aroma y su calidez me sumieron rápidamente en un sueño profundo.

La vida avanzaba y cada momento se tornaba más interesante que el anterior.

El matiz de ese día llevaba un sabor dulce y colores de otoño, además del aroma de su perfume que me envolvía cálidamente contra su pecho.

No es para Eliza® || KNJ | KTHWhere stories live. Discover now