P R Ó L O G O .

646 60 36
                                    

[...]

El analizar a las personas se había vuelto su mala costumbre, lo hacía casi por instinto pero, ¿qué iban a esperar? Si creció rodeado de personas con dobles intensiones y con claros deseos de usarlo.

No le daba importancia, era algo a lo que el hijo del político con más influencia del momento debía acostumbrarse. Aprendió desde muy pequeño que todas las amistades conllevan conveniencia y que el altruismo no existía. En ese mundo de hipócritas y mentirosos en el que se le obligó a vivir, la desconfianza se había vuelto su mejor habilidad y se había convertido en su salvadora.

Así que cuando aquel azabache había aparecido en su vida con el único deseo de acercarse a él no supo como reaccionar. Ni siquiera Samuel, que era el único amigo que tenía hasta entonces, podía soportarlo sin un pago de entremedio.

Mario no era, ni podía, ser distinto.

Esos bonitos ojos azules no eran sinceros y aquella sonrisa seguramente ocultaba algo.

Colín podía ser un niño, pero tenía claro que nadie le estimaba realmente. El pelinaranja recibía dulces y regalos y Adrianne no tenía a nadie más. Él era consciente de eso, sabía perfectamente que nunca sería la primera opción de nadie.

La tranquilidad y calidez que el hijo de los panaderos le generaba le asustaba, porque todos le temen a lo desconocido y ese sentir era algo completamente nuevo para él. Él no sería la excepción de aquel dicho.

Entonces le rechazó por completo y decidió que serían enemigos, porque él también tenían dobles intenciones y era un hipócrita por ocultarlo.

Se convenció de que aquel nudo es su estómago era a causa de la molestia, que las sonrisas que brotaban cuando le observaba eran de burla y que el acercarse a él era únicamente para molestarlo.

Porque Colín era apenas un poeta inexperto y Mario era poesía en bruto.

Porque de no poner excusas, los versos del azabache le habrían vuelto loco... más de lo que ya lo hacían.

[...]

Esta es mi primera historia enfocada en esta temática, por lo que me disculpo de una vez por lo mal que pueda salir.

Me considero una persona amable, tolerante y respetuosa, pero no confundan eso por favor, no voy a permitir ningún comentario ofensivo, despectivo o grosero hacía el colectivo en general.

Respeten, y si no es temática de su gusto, simplemente no lean y eviten momentos desagradables.

Los quiero mucho ♡

Poésie Interdite.Where stories live. Discover now