34

913 31 3
                                    

Greta.

Salimos de la escuela y estamos caminando a casa.

-¿Alguien hizo el trabajo de francés?- preguntó Camilo.

-Pero que la chupe francés, amigo soy re pobre en la puta vida voy a ir a Francia- respondió Mauro y todos reímos.

-Yo lo hice- hablé.

-Y me lo vas a pasar- dijo Mateo.

-Nos lo vas a pasar- corrigió Manu.

-Después les mando foto- respondí.

-¿Que fotos?- preguntó Valentín divertido.

-Hey, no- contestó Mateo golpeando su hombro.

-De mi pija, puto- dije riendo.

-Riqui- contestó Daniel y reí.

Al llegar a casa tiré la mochila y me acosté en el sillón.

El pesado de Mateo no tardó en venir conmigo.

-Te quiero- habló para después dejar un pequeño beso en mis labios.

-Yo también te quiero- respondí abrazandolo.

-Son un asco- escuché la voz de Dani y lo miré.

-¿Venis?- pregunté en modo de chiste.

-Prefiero comer mierda, chau- respondió y escuchamos como cerró la puerta de la pieza.

-Tengo hambre- se quejó Mateo.

-Cociná- lo empuje un poco y se paró del sillón.

Hace casi dos semanas que decidimos intentar algo e íbamos bien, pero los chicos no lo sabían. Solo Dani, porque claramente vivimos juntos.

Queríamos ir despacio y que todo se dé por si solo.

Mientras Mateo cocinaba, fui a bañarme. Al salir del baño la comida estaba hecha.

-Que rico- dije mirando las hamburguesas que habían en la mesa ratona.

-¿Mi poronga?- preguntó con una sonrisa y levanté una ceja.

-Si, esa también- respondí y reímos.

Comimos mientras mirábamos Coraline. Al terminar lave todo y volví al sillón.

-¿Lo prendo?- preguntó armando un porro.

-Y si pa- dije sentándome a su lado.

Ver a Mateo fumar era la cosa más hermosa del universo.

-Sos re lindo- dije agarrando mi celular.

-Ya sé, sentite afortunada- se agrandó y puse mi mejor cara de orto. Me miro de reojo y comenzó a reír. -Mentira, vos sos hermosa wacha- dijo sonriendo.

-Si, ya sé- respondí.

Seguimos fumando y cuando estaba un poco distraído saqué una foto.

-Deja de sacarme fotos- se quejó y reí

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

-Deja de sacarme fotos- se quejó y reí.

-Es que no puedo- respondí subiendome encima suyo y acariciando su cara.

Me sonrió y después cortó la distancia entre nosotros. El beso se puso mucho más intenso y nos separamos por falta de aire. Pero no quería que termine, volví a besarlo y a moverme un poco, sintiendo su erección.

-Vamos a la pieza- pedí agitada y él asintió.

Me levantó y caminó hasta la única habitación desocupada.

Me dejó en la cama y se subió encima de mí. Comenzó a besar mi cuello y saqué su remera, pasé mis manos por su espalda y sentí esas pequeñas marcas de las cuales me habló.

Volvió a besarme y ahora era él quien sacaba mi remera, me subió encima suyo y se deshizo de mi corpiño, sin dejar de besarme.

-Espera- pidió con algo de dificultad. -¿Estas segura?- preguntó.

-Si- respondí.

Sonrió y siguió con lo suyo.













Opuestos \\ TRUENO🌩Donde viven las historias. Descúbrelo ahora