— ya era su 4to día en Japón, los capítulos iban bien. Duraban alrededor de media hora, pero ese no era el caso.
habías recibido una llamada por parte del famoso Lee Taeyong.
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– "¿Qué? Es tarde, debo ir a dormir, ¿Hola? ¿Taeyo-" –Jia había escuchado al mayor sollozar, se había preocupado.– "Lee, ¿Estás... llorando?"
– "J-Jia... Perdón, perdóname, perdón. No debí tratarte de esa manera, yo en serio bromeaba con... lo de irme con alguna noona. ¡Jia, me gustas tu! Nadie más me gusta, yo... Me siento un imbécil, cuando dije eso de irme con ya sabes, es porque era broma y aparte que estaba molesto. Te ví cuando habías tirado el peluche, me sentí mal conmigo mismo y y... Dios, Jia, me tienes realmente mal." –Taeyong estaba cubierto hasta la cabeza, las luces en su habitación estaban apagadas, lloraba como nunca antes lo había hecho y en su mesita de noche habían alrededor de 4 botellas de Soju.– "Prometo no hacerte m-más d-daño, ya haz soportado mucho por mi parte. T-te quiero, te quiero mucho, mí Sonrisitas..."
– "Yo ya no sé que hacer contigo, ¿Sabes lo doloroso qué es que vengas y me digas cosas bonitas para que el siguiente día no te canses de tratarme mal? Por que al parecer no y que buenocque admitas que eres un grandísimo imbécil, yo también te quiero, pero deja de ser tan... tonto, un ogro. Bien, te diré lo que tanto te quería decir... Espero no arrepentirme, porque ya no tendré cara para verte. Taeyong, me gustas." –Jia no fue casi nada cuidadosa, lo había gritado y las chicas habían escuchado la directa confesión de Jia. Taeyong aunque tuviera su cara hecha un desastre, su sonrisa nunca se fue cuando Jia había dicho que le gustaba.
– "¿Lo dices en serio? Jia si en estos momentos estuvieras conmigo te hubiera abrazado y no hubiera dejado de decirte lo mucho que te quiero, te dejaré descansar de verdad que es tarde. Perdón por llamar a esta hora, te quiero, descansa..." –Jia se despidió igual, había cortado la llamada. Se puso a mirar el techo, no creía que finalmente lo había dicho. Lina se sentó al lado de Jia, la miraba con un rostro de picardía.
– "Así que... Así es como Jia la nueva Julieta le declara su amor a su querido Romeo, que lindo~" –Lina se burló ya que la menor estaba roja casi igual de roja que un tomate.– "Aigo~, estás rojita, mi Jia ya no es una niña que debía dar consejos para evitar manchar su ropa con la menstruación."
– "¡Yah! No seas pesada, déjame dormir. Buenas noches, segunda madre" –Ambas rieron. Lina se fue devuelta a su cama y Jia miraba la nada, ¿Ya era muy tarde para arrepentirse? Nah, se puso a imaginar la cara de Taeyong cuando se le "declaró".
