-¿Recuerdas cómo nos conocimos?
-Como olvidarlo, estaba echa mierda
-Para mi te veías como un ángel caído... tu voz fue la que me llevó a encontrarte
-Mi voz?
-Si, Tu hermosa voz
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-Sabes haz cambiado mu...
—Creo que no estamos en la misma pagina -ladee la cabeza sin entender- dices que estamos en Dinamarca -asentí extrañada- pequeña... estamos en suelo Japones
—Que?.....
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—....Eso no es posible Ereaser-san.
—Estas en Japón, no en Dinamarca.
—Pero... ¿como? -estaba desconcertada- nunca nos movimos del lugar.
—¿No sabias que estabas en Japón? Pensé que cuando te mudaste viajaste a la tierra de tu abuelo.
—Mi abuelo tiene muchas casas por el mundo, para los distintos gremios de su organización y en Dinamarca tenia una donde nosotras vivimos.
—Ya veo, investigare más este caso.
—Gracias.
***
—Hei-chan tienes que comer, no has comido en todo el dia.
Una de las enfermeras a mi cuidado insistió en que comiera pero no confio ¿y si tiene veneno? ¿si se dieron cuenta de que soy peligrosa y se quieren deshacer de mi?
—Hei-chan es para que te mejores -seguí mirandola sin decir nada a lo que ella suspiró- de acuerdo, dejaré la bandeja en la mesita por si cambias de opinión.
Sin más que decir se retiró de la habitacion dejandome sola; ayer Eraserhead-san se fue muy tarde, no soy de confiar mucho en las personas pero en el pude hacerlo rápidamente, su aura es distinta y algo cálida pero su semblante era serio además él ha cuidado a mi hermana, Eraser-san dijo que vendría a recogerme mañana para ver a Eri y que no vendría hoy porque tenía cosas que hacer en la UA.
Eri... ¿cómo estará? ¿que habr a hecho todo este tiempo?¿no se habra descontrolado?
A mi mente llegó la imagen del chico peliverde, sus ojos me transmiten paz y su tacto era tan gentil, él era muy calido, me sentía protegida a su lado. Mire mi anillo.... si Eri se lo confió debe ser porque confía en él.
Este anillo es muy preciado para mi, me lo regaló el abuelo cuando aprendí a dominar las katanas y los abanicos con maestría
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Flashback
—Nieves, ven aquí.
—Que sucede abuelo?
—Siéntate a mi lado a beber té.
Le hice caso y me senté a su lado, con cuidado le serví las tazas y le ofrecí la suya primero, nos quedamos en silencio mirando los árboles de sakura que estaban en el patio.