I. HE'S BROKEN

306 26 64
                                    


[26 de Diciembre del 2019]

Cerró tras él de un golpe seco la puerta, haciendo vibrar las paredes por tal estruendo.


Dejando a un chico de rodillas a mitad de la sala de estar, en completo shock y con el corazón hecho trizas, tenía la mirada clavada donde recién el rizado había salido.

Parpadeó repetidas ocasiones, asimilando todo, fue ahí donde comprendió lo que estaba sucediendo.

Sintió una opresión en el pecho, demasiado fuerte de tolerar, contenía sus ganas de tirarse a llorar. Quería mostrarse a sí mismo que era fuerte, pero los sentimientos ganaron este encuentro.

Un gemido de dolor se quedó en medio de su garganta, a punto de salir. Sus ojos comenzaron a aguarse y no resistió más, las lágrimas salían sin freno alguno.

—¡PUTA MADRE! — maldijo en un grito que le desgarró las cuerdas vocales.

Daba puñetazos al piso de madera tratando de ocultar su dolor emocional en ira y pagarlo con dolor físico.

Pero sus nudillos ahora ensangrentados no aliviaban el vacio en su corazón.

Terminó rendido, tirado en el suelo y mirando al techo. Sollozando en silencio, las lágrimas corrían, ya no tenía que probarse a si mismo nada. Se sentía tan débil y estúpido.

Si tan solo no hubiera esperado tanto tiempo, todo sería distinto. Estarían juntos sin nada que les atormentará.

Dos días después de su cumpleaños le dejó, no esperó siquiera a que terminará el año.

Creía estar siendo melodramático; todas las parejas discuten, tienen problemas y los resuelven. Pero ellos nunca habían discutido.

DISCUTIDO EN SERIO.

Todo era miel sobre hojuelas en lo que respecta a su relación; la familia de ambos les apoyaban, no tenían desacuerdo alguno, confiaban el uno en el otro.

Eran la pareja perfecta.

En su cabeza sólo podían resonar las palabras de Harry:

«Louis... Por favor, di algo. No quiero creer que está pasando esto.»

«¡ERES UN MALDITO MENTIROSO TOMLINSON! ¡UN PUTO MENTIROSO! SI TUVIERAS ALGO PARA DEFENDERTE YA LO HABRÍAS SOLTADO.»

«Quiero que sepas, que si cruzo esa jodida puerta ¡NO VOLVERÉ!»

Y no dijo nada.

Ni una sola palabra que lo ayudara a no quedar como el malo de la situación.

Esta mierda lo estaba superando.

Sacrificó todo por no revelar la verdad, sacrificó 6 años de relación, por ocultar lo que sucedía.

Ahora mismo se cuestionaba si había valido la pena.

—Lo jodí todo — se reprendió a él mismo en un agudo jadeo.

Su pecho subía y bajaba por los sollozos, cada vez más lento. Recuperaba con el paso de las horas la calma poco a poco, ahora solo eran silenciosas lágrimas que ni él mismo notó que dejaba caer.

Varios minutos después débil y con pesadez logró ponerse de pie, se sacó los zapatos y fue directo a la cocina.

Ya frente a la puerta de dicha habitación aún podía percibir el sutil aroma de la comida, que hace menos de cinco horas le apetecía mucho, pues él juraba se sentía casi a morir de hambre. Ahora solamente le daba repulsión y ganas de vomitar.

WE'RE NOT WHO WE USED TO BEWhere stories live. Discover now