01) DÍMELO

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NARRACIÓN JULIANA

MARATÓN 1/3

Me la he pasado buscándola hasta debajo de las piedras. No me ha contestado ni uno de los miles mensajes que le mandé, la llamo tanto que es patético. Traté de localizar a Belinda, sabía que, si la encontraba, ella me ayudaría. Pero...cambió de número, cambió de trabajo, no tengo cómo comunicarme con ella. Con Santiago nunca tuve mucha comunicación, pero tampoco sé cómo llegar a él. Lo único que seguía igual era la casa de sus padres, pero no tenía cara para ir ahí.

Debí darme cuenta en cuanto leí su libro que...trataba de nosotras. Ella quería encontrarme y continuar con ese amor desenfrenado que dejamos a medias. Lo sentí...al verla de nuevo en aquel concierto, mi corazón revivió de cierta manera. El calor de sus sentimientos me envolvió, me devolvió lo que había perdido cuando se fue.

Después de esa tormentosa noche, en la que ese brillante anillo ya no estaba en mi dedo, me la pasé llorando día tras día. Intenté ir a Los Ángeles tantas veces que mis padres estaban cansados. Me decían que no podría encontrarla fácilmente, que era peligroso, que podía pasarme cualquier cosa. Tenían razón, pero yo quería estar con ella. Pasaba las tardes enteras viendo sus redes sociales. Subía fotos con sus amigos, felices, riendo, festejando...ella me estaba superando, o al menos así parecía.

Estuve encerrada alrededor de 6 meses, no soportaba salir, todo me recordaba a ella. Canciones, comida, lugares, aromas...el mundo estaba plagado de sus recuerdos. Recuerdo la noche que Sofía se metió en mi cuarto, me abrazó en silencio y limpió mis lágrimas. Entonces me di cuenta que debía ser fuerte, no solo por mí, sino por ella, por mi familia. Sé que les dolía verme así, debía cambiar. Y así...volví a ponerme de pie.

Empecé con las clases de canto, debía perfeccionar mi técnica. Me iba bastante bien, mis profesores por primera vez...me amaban. Tuve mi primera presentación. No quería salir, lloraba detrás del escenario como si no hubiera mañana. Su rostro no estaría entre la gente, no quiero hacerlo...no puedo hacerlo sin ella. Mi madre me animó, me dijo que Valentina se sentiría demasiado orgullosa de mí si pudiera verme, que no debía decepcionarla de esa manera.

Todo iba entorno a ella. Las canciones que cantaba...se las dedicaba a ella. Pero empezaron a pasar los años...y no volví a verla. Me resigné a vivir incompleta. En una de mis presentaciones más grandes, conocí a este chico delgado, de cabello castaño oscuro. No era el primero que me miraba con ilusión en los ojos, pero llegó en un momento donde decidí rendirme, la vida debía seguir sin ella. Levanté la cabeza, y me resigné por completo.

Era famoso y yo ni había escuchado de él. Me sentí muy poca cosa a su lado, pero se encargaba de borrar esa sensación cuando estábamos juntos. Lo vi un par de días, su nombre era Miguel, Miguel Reyes. Mantuvimos el contacto por teléfono, mensajes, una que otra vez Skype. Él se estaba enamorando y yo...yo estaba empezando a distraerme.

Cada mañana, cada noche que me llegaba un mensaje, tenía la esperanza de que fuera Valentina, pero no, nunca sucedió, seguía siendo él. Pasé a fantasear con todo lo que me decía como si fuera ella, recordando las cosas tan románticas y cursis que solía dedicarme cuando no estábamos lado a lado. Era de lo mejor. Nunca había estado tan enamorada, y nunca más lo estaré. Sé que tuve gran parte de la culpa de nuestra ruptura tan súbita, y eso es lo que más me atormentaba día y noche.

S: Deberíamos salir hoy-comentó mi amiga.

Levanté la mirada un poco distraída.

S: Necesitas despejarte un poco-siguió.

Asentí sin emoción. No vi a Shay en mucho tiempo, merecíamos una salida...pero no tenía ánimos de nada.

S: Te recojo a las 10?-preguntó tomando su bolso.

Enséñame Lo Que Es El amor 2 - Juliantina (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora