Parte Cuatro

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El pequeño troll gris se encontraba escondido entre los arbustos, observando como el resto de los trolls de su edad jugaban a las traes. Deseaba acercarse, hacer amigos y disfrutar el día como el resto. Quería ser feliz. Pero su terror a ser encontrado y devorado era más fuerte. Un estornudo llamó la atención de una pequeña troll de color rosa.

-¿Quién anda allí?

Silencio. Debía hacer silencio o lo encontrarían.

La pequeña princesa juró ver a alguien allí, pero decidió no acercarse. Aun así, con la esperanza de hacer otro amigo, dejó un algodón de azúcar en forma de corazón cerca de aquel arbusto misterioso.

Ramón tenía diez años, cuando una niña que desconocía, le saco su primera sonrisa en seis años.

Felicidad [Broppy]Where stories live. Discover now