𝘼𝙉𝙂𝙀𝙇 ; 𝘛𝘢𝘦𝘫𝘪𝘯 ✓

𝙄𝙄𝙄. 𝙋𝙧𝙞𝙣𝙘𝙚

     Jin se quedó meditando lo que le había preguntado el humano. Buscó si antes había oído esa palabra, cuántas veces y a qué estaba relacionada. Se encontraba muy entretenido con todo el asunto, definitivamente no había imaginado nunca hablar con una persona y mucho menos que le dijera las cosas que soltaba Taehyung con tanta naturalidad, tan curioso y sin miedo. Como si fueran amigos desde el inicio. Como si ya se conocieran desde siempre.

Mientras tanto Taehyung terminaba de pensar que, de todo lo que había dicho hasta aquel momento, eso había sido lo más acertado. ¡Por supuesto! Tenía que ser un ángel, nada más debías verlo, nada podía describir mejor a este chico que la palabra "angelical", se veía tan puro, tan tierno, tan hermoso. Además le dijo que nunca antes había hablado con ningún humano, así que quizá Taehyung era su humano. No entendía nada sobre cómo pensaban las personas que funcionaban las cosas de los ángeles y todo el rollo, pero lo que sabía era que tenían que ser seres protectores, especiales o... ¿Qué sabía él? Bah, nada encajaba mejor con el chico. Se quedaría así.

El otro no le estaba refutando nada, además.

—¿Dices que parezco un ángel?

Taehyung asintió, satisfecho de oír al mismo ser diciendo eso. Sí, podía ser un ángel y entonces él le diría que no podía irse nunca, que debía protegerle. Aunque a decir verdad, quien tenía ganas de protegerlo a él, era Taehyung. El chico brillante parecía demasiado suave, demasiado blando. Tae lo protegería de ahora en adelante. Pero más valía que primero el otro creyera que era su ángel. Aún si no lo era.

—Estoy muy seguro.

Seokjin ladeó la cabeza, tocándose al mismo tiempo la mejilla con la palma de su mano. No sabía lo que era y era la primera vez que alguien le daba la razón de algo, ¿debía creerle al humano? Estaba tan confundido.

¿Entonces Taehyung sí sabía quién era él?

Jamás había confiado en nadie, ni siquiera estaba seguro de que fuera algo posible para él, no podía diferenciar entre la verdad y la mentira, por haber estado por su cuenta toda su vida había expandido aún más ese desconocimiento con el que había llegado en un primer momento. 

Pero aún siendo consciente de ello, no le servía de nada dudar del humano, de todas formas incluso si este mentía, ¿que pasaría? De no hacerle caso, volvería a estar solo. Si solo le seguía con todas las cosas que Taehyung soltaba, por lo menos todo sería distinto por un tiempo. 

A Seokjin le emocionaba, y juzgando cómo le miraba el otro y lo amable que sonaba, no podía ser alguien que le haría daño. Además, no estaba seguro de ello, pero no creía posible que los humanos tuvieran ese poder.

Acababa de decidir que lo empezaría a tomar como el dueño de la verdad, era un hecho que si no podía hablar con nadie más y prácticamente no existía para el resto del mundo, Taehyung se volvería su mundo.

—¿Cómo estás seguro?

El pelinegro se mordió los labios, ahuecando sus mejillas. No esperaba que el ángel le cuestionara algo después de haberse quedado pensando. Entonces negó con la cabeza porque no le quedaba más que contestar, solo que realmente no conocía la respuesta, pero nunca antes había estado más convencido de algo. Claro que el ángel no tenía forma de saber eso, ¿verdad? Sonrió de lado, tenía una buena excusa ahí.

—Te lo puedo contar en el camino.

—¿Camino a dónde?

Taehyung volvió a asomarse por el borde para intentar alcanzar a Jin, pero este se apartó como anteriormente lo había hecho. Esta vez Tae ya no se sorprendió, sólo retrocedió anotando en su cabeza que debía evitar hacer aquello. Quizá sí estaba asustando al ángel.

—Si te soy sincero, quiero bajar de aquí. Me empieza a poner de los nervios la altura —soltó un poco serio. Decía la verdad, pero no por completo. 

Estaba nervioso por el chico, no por la altura y también era cierto que quería bajar. Ahora estaba temiendo que alguien más viera a... Bufó, no le había dicho su nombre. Le volvió a insistir, esta vez recibiendo una negativa directamente.

Taehyung se cruzó de brazos, entendió que tal vez estaba pidiéndole demasiado. Si era cierto lo que le había dicho, era la primera vez que hablaba con un humano, ¿no? A lo mejor pensar que tenía miedo no era tan descabellado. Pero no podían quedarse en aquella azotea para siempre, Kim comenzaba a impacientarse.

—Bien —rio un poco—. Si no puedo saber el nombre de mi ángel, tal vez solo deba llamarte así, ¿no?

Seokjin asintió sin estar muy convencido. Taehyung sonrió mirándolo con ternura, parecía un niño pequeño que nada más aceptaba lo que sea que le dijeran. Era tímido. 

¿Y cómo no serlo? 

Jin estaba teniendo el primer contacto con alguien que no era él mismo o su subconsciente por primera vez en toda su existencia. Sabía cómo hablaban los humanos y se trataban entre ellos, pero simplemente le era imposible copiar aquel comportamiento con Taehyung. Estaba más perdido en observarlo y hacer el intento de calmarse a sí mismo, demasiado emocionado, demasiado ansioso por conocer más de él.

Así que no dijo nada cuando el chico le pidió que lo acompañara a un lugar al que tenía que ir. Seokjin quiso reírse por los misterioso que intentaba sonar el otro, quizá pensaba que él no sabía absolutamente nada de su mundo. 

Y a la vez, se notaba mucho que tenía miedo de que se alejara, mientras iban por la calle volteaba a cada rato para asegurarse de que Jin estuviera ahí, miraba al suelo para notar que sus pies no lo tocaban y luego volvía a mirar al frente para confirmar que las otras personas tampoco lo veían. Era como invisible.

Dejó de estar paranoico por eso, prefirió hablar de nuevo con el ángel al notar que este no miraba al frente, sus ojos estaban perdidos entre las edificaciones y el cielo, como si estuviese extrañando volver allí. No tenía intenciones de hablar con Taehyung y este creyó que era por falta de costumbre. Bueno, debía acostumbrarse a platicar con él de ahora en adelante.

No tenía intenciones de dejarlo solo nunca más.

—Te digo que pareces salido de un cuento de hadas, como esos príncipes de las películas Disney. —Oh, le gustaban bastante aquellas películas—. Como no me dices tu nombre, te llamaré así también.

Jin miró de reojo a Taehyung, no pudo explicar la sensación de calidez que le invadió al encontrar sus ojos observándole. Se sintió pleno, como si le hubiese faltado toda la vida.

—¿Cómo?

Taehyung sonrió enorme para responder, acelerando el paso para llegar a la universidad. 

—Príncipe.