✨parte única✨

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Sokka no tenía idea de qué fue lo que lo puso en esa situación, pero sabe cómo se sintió. En algún momento sabe que experimentó adrenalina y fue tan abrumador al siguiente segundo, como si su cerebro hubiera dejado su cráneo y todo hubiese sido rellenado por algodón.

Se sentía a metros del suelo pero aún así la presión del ambiente caía con fuerza sobre él, se sentía perdido pero en el lugar correcto, era todo un sin sentido de emociones contrarias, pero aun así nunca estuvo tan equilibrado.

Besar a Zuko era para él el más desviado deseo correcto que sintió nunca, pero aun así él fue el que se presentó a la habitación del señor del fuego por la madrugada solo para ver si dormía.

No sabe bien como sucedió, pero sabe que todo estaba escrito desde esa mañana. Cuando ingresó como representante del consejo de Ciudad República a la reunión de su viejo amigo y lo vio a los ojos en la distancia, él supo que iban a terminar así.

Ese lunes, a las 10am, entró al salón de reuniones. Escuchó y debatió con varios representantes de los 4 reinos, escuchó ideas y planificó futuros tratos, pero, cuando nadie lo notaba, tiraba miradas cortas hacia Zuko.

Se distrajo toda la tarde en esa reunión y, en la cena, se sentó cerca de su amigo, no consiguió nada. Después de todo, el Señor del Fuego era uno de los líderes más demandados, y aún más con todo el crecimiento industrial que estaban viviendo. Estaba claro que no iban a tener una charla como las tenían en las noches antes del final de la guerra.

Sokka nunca dudó de lo mucho que le atraía Zuko, era un patrón súper normal para él. Cuando conoció a Yue supo que le gustaba; ella era linda, divertida y valiente. Cuando conoció a Suki supo que le gustaba, porque vamos; ella era linda, divertida, ¡y tan vamiente que lo hizo caer ante las mujeres!

Pero, cuando conoció a Zuko, fue totalmente diferente.

Zuko era lindo y valiente —había decidido desafiar a su padre, que, también era el maldito Señor del Fuego, en medio de una guerra para ayudar al enemigo—. Pero no era divertido. Estaba tan enfocado tratando de enseñarle quien sabe qué del fuego a Aang, que verlo intentar lo estresaba. Eso no podía ocurrirle a él, su objetivo era divertir y calmar a su equipo. El estresarse solo iba a estresar a los demás.

Pero entonces notó más cosas que le atraían en alguien. La lealtad que tuvo Yue al dar su vida por el mundo y tomar el lugar de la luna, la valentía de Suki al ir junto con las guerreras Kyoshi a la guerra cuando su pueblo vivía en paz, la lealtad de Zuko para con ellos cuando peleó de frente con hombre combustión.

Cuando la guerra terminó, Sokka entendió que Zuko era el que ahora le gustaba, pero, aun así, todo estaba desequilibrado después de años de guerra y ese no era el momento.

Así que espero paciente más de 10 años para que todo estuviera en su lugar. Aún así, él sabía que tal vez la chispa que sintió en esa prisión al rescatar a su papá y a su exnovia al luchar codo a codo con el actual Señor del Fuego seguramente no estuviera más ahí.

Pero, aun así, lo quiso intentar. Y, esa noche, cuando todos estaban acostados, se escabulló a la habitación de Zuko y tocó la puerta.

Pudo escuchar su corazón dejar de latir cundo oyó los pasos asomándose, y sin duda sintió a sus pulmones agitarse al ver abrirse la puerta. Entonces todo quedó estático y solo pudo mirar a Zuko a los ojos.

Sokka avanzó y lo besó, y esperó, Zuko era más poderoso, si quisiera empujarlo lejos lo iba a hacer.

Y luego, todo encajó.

Zuko tiró de su pelo para intensificar el beso y Sokka tuvo que idear un plan sobre la marcha, si dejaba que todo pasara sin un plan seguro iba a cargarlo.

Peiskos [Zukka]Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora