Asesino

418 37 13
                                    

Esa noche dormí una vez más junto a la fuente de agua, esa bella pieza de concreto que había sido testigo de tantos turbios momentos entre él y yo. Mis sueños fueron arropados por el armonioso sonido del agua cristalina que caía por esos hermosos tallados llenos de óxido. Curiosamente, he estado parado ante ella tantas veces y, ahora que recuerdo, jamás le he arrojado una moneda para pedir un deseo. De cualquier manera, puedo apostar a que mis deseos no se harán realidad con un simple centavo.

La mañana llegó tan insistente como de costumbre. A estas instancias, el sol se convertiría en mi único acompañante a casa. ¡Mierda! Me he encariñado mucho con este lugar que me duele dejarlo. Supongo que he perdido el derecho para poder venir a visitarlo, ahora se convertirá en una de las muchas cosas que Adam me habrá quitado. ¡Cielos, voy a extrañarte mucho!

Lo único que quería y necesitaba en ese momento era estar en casa. Ya no me quedaban fuerzas para continuar, había perdido la batalla y era hora de aceptarlo.  El colchón de mi cama era tan resistente que estoy seguro que podrá aguantar mi derrotado cuerpo durante unos días, semanas e incluso meses.

En el teléfono seguían entrando cientos de mensajes de mis muy preocupados y molestos amigos, por lo que decidí mostrarles señales de vida para que dejasen de irrumpir en mi soledad.

Oooliver
Estoy bien, no tienen porque preocuparse.

¡Listo, eso fue más que suficiente! Ahora a seguir revolcado en mi miseria. Estaba a punto de apagar mi teléfono, en el momento que veo entrar un nuevo mensaje ¡Mierda, estos chicos no entienden!

Número desconocido
Hablemos. Nos vemos en los vestidores en una hora.

¡Qué Mierda! ¿Cuándo va acabar esto? ¡Estoy harto! Honestamente ya no tengo palabras para sostener ninguna conversación. Siento que mi lengua ha perdido todo el placer y voluntad para  articularse. ¡Basta! Yo solo quiero alejarme de todo esto, ya no quiero causarle más problemas a Adam.

En fin, supongo que soy bastante susceptible al misterio de toda esta situación. Tendré que ir para ponerle fin de una vez por todas a este drama, y luego me tiraré en mi cama para permanecer ahí hasta que termine el año.

Oooliver
Ok.

¡Agh! ¡A la mierda mi ropa! Iré con lo primero que salga del ropero. Realmente ya no vale la pena esforzarse en crear tu mejor combinación de prendas para que luego nadie lo note. ¡Así es Adam, es una indirecta para ti!

Quién diría que yo volvería a pisar aquel semejante lugar. A pesar de haber estado aquí solo una vez, recuerdo perfectamente cada pasillo y cada ruta del campo. Los vestidores eran uno de los lugares que juré jamás volver a visitar, por obvias razones, pero aquí estoy otra vez.

A decir verdad, no tenía ni la más mínima idea de quién era la persona que me había pedido venir. Tenía una teoría pero era casi imposible que sea verdad.

Oooliver
Estoy aquí.

Número de desconocido
En las duchas

¡Dios, esto no suena nada bien! Creo que lo mejor será que me vaya ahora. Sin pensarlo, me dirigí hacia la puerta listo para huir de ahí pero, una voz conocida hizo que mi cuerpo quedé totalmente paralizado.

— ¡Honestamente no pensé que vendrías Oli¡ — Evan salió de las duchas tan sigilosamente. Su aspecto era bastante vago y su aliento emanaba toneladas de alcohol.

El Chico de las Estrellas Where stories live. Discover now