Capítulo Siete 🧩

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Sorprendido, Ian estaba sorprendido

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Sorprendido, Ian estaba sorprendido. Naím y yo intercambiamos una mirada, sin decir nada simplemente salió corriendo de ahí. Varios minutos después Naím me dijo que fuéramos a la casa de Sofí y así lo hicimos.

Realmente no tardamos mucho en llegar y los papeles se invirtieron esta vez pues el sorprendido era yo al ver a mi hermano besando a una chica a la fuerza, y no era cualquiera...era mi chica.

Nos bajamos del auto y Naím interrumpió preguntando que estaba ocurriendo.

Yo solo la miraba a ella, nadie existía para mi más que mi pequeña. Tranquilamente me acerqué a ella, tomé un mechón de su cabello y lo coloqué tras su oreja.

— Pequeña— le dije —ha pasado mucho tiempo—sus ojos se llenaron de lágrimas, quiero creer que eran de felicidad, porque si no estaba jodido—. Tanto tiempo y aún eres un hobbit. Dime, ¿aún tienes eso en tus bellas pompis? — y si, podría parecer pervertido por solo recordar eso...pero no era mi culpa que mi mente lo hubiese guardado tan bien, le sonreí con ternura intentando bromear.

— ¿Realmente me recuerdas? — preguntó incrédula.

— Sí Sofí. Te recuerdo.

Se lanzó a mis brazos llorando, la apreté contra mí, dándole un beso en la frente.

Entonces el tarado de Ian empezó a decir tantas estupideces y al parecer mi pequeña no sabía que ese idiota era mi hermano.

Por alguna razón en aquel momento diversas emociones empezaron a surgir, sentía la sangre hirviendo, estaba alegre por tener a Sofí en mis brazos, furioso porque mi propio hermano la había besado, confundido sin saber cómo es que ellos se conocían. Todos los sentimientos se mezclaron en mí.

Sofí, mi pequeña Sofí simplemente nos veía. Estaba procesando la información, entonces se alejó y decididamente se plantó frente a Ian, levantó su mano derecha y le dio una bofetada.

— Me mentiste, me usaste, me traicionaste...como pudiste. Te lo pregunté, por Dios creí en ti.

— Es que tu no lo ves, no ves el amor que siento hacia ti — iba a tomarle la mano, pero ella retrocedió.

— Esto no es amor, y si lo fuera entre tú y yo no podría suceder nada, mi corazón pertenece a él— dijo señalándome.

— ¡Pero si él te cambio! Tiene una novia, entiende eso.

— Okay, creo que será mejor que te retires Ian. intervino Naím, deteniéndolo del pecho.

— No me rendiré Sofia, él no te merece.

— Y tú tampoco a ella— dijo Naím dándole unas palmadas en la espalda. — Ahora largo.

Ian se fue molesto de ahí, y entonces Naím se acercó a nosotros.

N̶O̶ Fue imposible olvidarteKde žijí příběhy. Začni objevovat