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La luz al final del túnel crecía en intensidad a medida que el huésped daba pasos dolorosos. La máscara que llevaba puesta le había permitido ver casi perfectamente en toda la jornada; pero ahora su visión era nublada por sus propias lágrimas. Con cada zancada que daba el dolor en su cuerpo aumentaba, y ya le dolía la garganta por la falta de agua, y sus labios soltaban tiernos ríos de sangre ante la reprimida insistencia de gritar.
Gritar de dolor, de desesperación, de miedo.
Echó la mirada a su compañera, cuya cabeza sostenía con su mano libre, la derecha, temiendo que se hiciera algún otro daño.
Tragó saliva, en un intento de calmar el ardor en su boca, y también como reflejo ante el horror que sintió al ver como pequeños pedazos de algodón salían de la fisura abierta en el hombro derecho.

Scout tosía adolorida. Apretando sus ojos con fuerza. Aparentaba ser muy ruda y desinteresada, pero nada la preparó para esto.
Nada la preparó para que el conjuro saliera mal.
Nada la preparó para que su huésped decidiera colaborarle.
Nada la preparó para el desgarrador sentimiento de no poder sentir su brazo derecho, ya no estaba ahí; en vez de eso, estaba un rastro de algodón que le marcaba el camino a la muerte.

Pero aún no estaba lista.

Con una arcada, dirigió la palabra a su huésped, que dejó de correr para ver si su marioneta necesitaba algo. Hizo algunos gestos desesperados con su mano, intentando preguntarle lo que las puntadas en su boca no permitían.
Scout refunfuñó, reclamando su espacio al apartar la mano de su huésped. Y entonces otra tos la atacó.

—Urgh... Lo siento. Pero, ¡Hey, ya casi salimos!

El huésped la miró con simpatía, por más nervios sintiera, debía apoyarla, después de todo, ella era la que se había llevado la peor parte de la torta.

A paso lento, resumió la caminata hacia la salida. No se escuchaba a Rosco ni a la maniática de Riley por alguna parte, así que tomó un respiro y caminó con cuidado, sin quitarle los ojos de encima a Scout; y resistiendo también el impulso de intentar frenar la salida de relleno con algún movimiento estúpido. No haría nada bueno.

—Hey, eh... Huésped —mencionó la marioneta de ojos verdes. A lo que esté asintió ligeramente para hacerle saber que la escuchaba.

—¿Recuerdas lo que dijiste antes... De que sí podría llegar al mundo de los huéspedes?

Su hospedero asintió frenéticamente.

—¿Hablabas en serio?

Scout obtuvo la misma respuesta; no lo sabía, pero su huésped le miraba de una forma tierna y reconfortante, para que viera que no tenía porqué dudar.
La marioneta frunció el ceño.

—Eres... —Fue interrumpida por la tos— raramente amable —dijo al fin.

—Osea... Te secuestramos, cosimos tu boca y- aún así, ¡aquí estás! —El huésped inclinó su cabeza a un lado, no queriendo recordar eso ahora, pero aún con buena cara para Scout.

—Aquí estás... Cargándome con cuidado cuando estoy a punto de... —El humano la hubiese cortado si no fuese porque tosió fuertemente otra vez— Argh... Mierda.

Angustiada, el huésped detuvo el paso.
—¡Estoy bien! —exclamó Scout—, no esperes por mí.

El contrario le comunicó que estaba de acuerdo, pero realmente estaba dispuesta a cargar a la marioneta hasta donde fuese. Habían pasado por mucho, no iban a acobardarse ahora.

Después de unos segundos, scout rompió el silencio, apagando por sí sola la luz de su cabeza, sintiendo que ya no les hacía falta, ya que el pasillo a la salida estaba cada vez más cerca a la luz del exterior.
—¡Huésped! Así que... Cuando salgamos, ¡los demás huéspedes querrán saber por qué tienes una marioneta parlante en la mano! —la contraria quiso reírse ante la realización que no había pasado por sus cabezas hasta ahora, pero sus labios dolían.

—Así que... Estaba pensan- Cough... Estaba pensando: ¡Podríamos sacarle provecho! —el humano arqueó una ceja, interesado—, no sé... Abrir un restaurante de telenovelas, o... ¡Oh! ¡Tener un Show de entrevistas!

A pesar de lo absurdo de la petición, el huésped mostró mucha más curiosidad.

—¿Cuál te gusta? Asiente si prefieres el restaurante, di no si prefieres el Talk show.

La humana negó con la cabeza, totalmente convencido de que dejarían a todo mundo con la boca abierta haciendo un show de entrevistas.

—Un Talk show... Me gusta la idea. Lo llamaremos... ¡"Habla a la mano"!

El huésped hubiese soltado una carcajada, pero solo se limitó a soltarla por la nariz. Achicando los ojos por la gracia.
Scout no se demoró en seguir las risas.

—Jeje- ¡Jajaja! ¡Lo siento eso es- jajaja, suena muy tonto! —Scout siguió riendo, hasta que su euforia se transformó en estornudos, que espantaron el alivio del momento. El paso del huésped se hizo cada vez más rápido a medida que la marioneta tosía con más frecuencia.
En un movimiento sutil, el huésped la sostuvo contra su pecho y empezó a trotar. Scout apenas podía mantener los ojos abiertos, y se dejó llevar por la inercia, queriendo cerrar sus ojos, dormir un poco.

—Hey... ¿Por qué no decides tú? De todas formas, me siento algo cansada.

La hospedera sostuvo un grito, callado por la costura; quiso correr más rápido, pero se tropezaba con las piedras que sobresalían. La luz al final parecía inalcanzable, por más que corrían, no parecían acercarse ni alejarse, ¿Qué clase de ilusión óptica de mierda es esta?, ¿Será alguna mala broma de Mortimer?, ¿Acaso debía pasar algo más para obtener su libertad?

Scout se rindió, ya no tenía energía ni para estar molesta al respecto. Estaban tan cerca, y ella sabía que no podía seguir despierta por mucho tiempo.
Cuando finalmente sucumbió ante el hecho, le dio unas palmaditas al huésped para que se detuviera.
Aliviado porque Scout seguía bien, se detuvo e intentó sujetarla.

Con el brazo que le quedaba, Scout lo detuvo, sujetando débilmente uno de sus dedos. Por un breve momento, todos los horrores que había vivido desaparecieron.
—Me... Me hubiese gustado ver más de tu mundo —La huésped empezó a lagrimear, negando con la cabeza las palabras del títere—. Pero, hice un amigo... Y dudo que haya algo allá fuera que sea mejor que un amigo... —El contrario acarició la pequeña mano de tela, queriendo sonreír para contrastar el dolor, y el miedo a lo inevitable.

Scout sonrió.
—Te veo luego, amigo.

|[...]|

Entonces ahí, tomó una bocanada de aire. La huésped pegó un grito de dolor al sentir la ausencia de las costuras en sus labios; los tocó agresivamente, para ver si era cierto; el dolor de las heridas abiertas se lo confirmaba. Estaba recostado en el suelo, sobre su cabeza, un techo rocoso del túnel del cual había salido hace quien sabe cuánto tiempo.
Con un quejido, el humano se levantó, quedando sentado y encarando el fondo del túnel. Pequeños pedazos de escombro caían sobre su cabeza, quizás avisándole, que saliera lo más rápido posible de ahí.
Con ambas manos restregó sus párpados, obligando a su cuerpo a salir del estado de shock en el que se encontraba.

Y se dió cuenta de que algo faltaba. En su mano izquierda.

Gritó el nombre de su marioneta repetidas veces, y echó a correr de vuelta al pasillo rocoso con rodillas temblorosas.

Debía estar allí.

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⏰ Última atualização: Jul 03, 2020 ⏰

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