Juan Pablo villamil un joven bogotano de 23 años vive con su novia Mariana y hace parte de morat una de las bandas más exitosas de toda Latinoamérica, que pasaría si una noche se encuentra una sorpresa en su puerta?
Mariana: Y ahora que hacem...
Isaza: Muchas Gracias Bogotá!- resuena la voz de isaza entre los parlantes del Movistar arena,indicando que hemos finalizado el concierto.Nos tomamos nuestra distintiva foto al finalizar el concierto y caminamos hacia los camerinos, todavía se podía oír la bulla de las fans. Estábamos completamente cansados había sido una semana de promoción muy larga y habíamos cerrado la semana con broche de oro, siempre era un honor y una gran alegría tocar en casa y me emocionaba en demasía ya que la mayoría de veces que tocábamos en Bogotá también venían a vernos mi novia y mis padres. De repente sentí como abrieron la puerta del camerino sacándome de mis pensamientos, eran mis padres, mi novia Mariana, la mamá de los vargas, los padres de isaza, susana y angela. Empezamos a saludarlos a todos y recibimos felicitaciones de parte de todos ellos gracias al concierto que acabábamos de dar. Iríamos a cenar ya que aunque Martín e isaza querían que fuéramos de fiesta la energía no nos daba, estábamos muertos del cansancio.Despues de más o menos una hora de recoger todo salimos hacia el norte de Bogotá en busca de un restaurante, la noche era fría y se podía ver el cielo despejado, de hecho se podía notar una que otra estrella si ponías atención, la cena transcurrió de una manera muy alegre,todo era risas y preguntas hacia nosotros cuatro, preguntándonos cuando salíamos de gira y cosas así. Dadas las 2:00 am cada uno se fue a su casa, y yo me fui a mi departamento con Mariana, hacia casi 6 meses habíamos decidido vivir juntos,el departamento no era muy grande pero era suficiente para nosotros dos.
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De cierta manera podiamos tener nuestra independencia de nuestros padres, aunque ni mariana ni yo pasabamos mucho tiempo en ese lugar debido a nuestros respectivos trabajos, pero nos gustaba saber que teníamos un lugar de nosotros dos. Cuando llegamos a casa decidimos ver una película, la veiamos mientras tomábamos un poco de gaseosa y comiamos palomitas, para nosotros lo eran todo esos momentos en los que podíamos estar solos los dos disfrutando de nuestra compañía, mariana era futbolista profesional y jugaba para un equipo mexicano por lo que la mayoría de veces se encontraba en México entrenando, eso era bueno ya que yo también pasaba gran parte del tiempo en México ofreciendo conciertos y haciendo promo y me sentía orgulloso de que Mariana estuviera cumpliendo su sueño, ya que recién empezaba en esto del futbol y le estaba yendo bastante bien. De repente sentí como mariana aflojó el agarre de mi mano ya que se había quedado dormida mientras veíamos la película y decidí que lo mejor era que nos fuéramos a dormir ~
Villa:Mari, mi amor..-dije sacudiendola un poco Mariana: Que pasa amor?-dijo adormilada Villa: Te quedaste dormida, deberíamos dormir ya-dije levantandome y destendiendo la cama para acostarnos a dormir, eso hicimos y después de un rato ambos nos quedamos dormidos, eran aproximadamente las 4 de la madrugada cuando escuchamos golpes desesperados en la puerta y algo como ¿un llanto? Mariana: Amor estan tocando-dijo levantandose y sacudiendome un poco Villamil: Que son estas horas de tocar!-grite un poco enojado ya que no había dormido nada y los golpes en la puerta no es que ayudaran mucho, deje de quejarme y baje las escaleras con Mariana, ella abrió la puerta y me miró algo confusa- Que pasa amor?-dije acercandome y vi la razón por la que mi novia había echo esa cara, era una cuna con un bebé de menos de un mes con poca ropa y una manta.
