Día 6

424 57 52
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.



Libre



Tiene días viendo como golpean a ese chico, siente lástima por él pero no se atreve a interferir. Su novia sonríe al ver la escena y él siente como su pecho se estruja.

— Se lo merece — escucha que dice su novia.

— ¿Por qué lo dices? — él no sabe la razón.

— Es gay — dice ella con asco.

— Pero eso no es motivo — frunce el ceño al no comprender.

— ¿Quién en su sano juicio se enamoraría de alguien de su mismo sexo? — ella lo ve con obviedad.

— Creo que cada quien puede enamorarse de quien le venga en gana.

— Por favor Hanta, ¿Escuchas lo que dices? Si sigues así pensaran que eres igual que él — señala al joven que ahora se levanta del suelo.

Sero observa a su novia y luego al joven, se siente mal por él pero no puede hacer nada o mas bien no quiere hacer algo que enoje a Mina.

Los días transcurren con normalidad para todos, menos para él. Se encuentra buscando con la mirada al chico rubio, cuando lo encuentra suspira de alivio pero ve su rostro y su cuerpo. Esta muy maltratado.

Ve cómo los chicos de grados más avanzado se acercan a él y dejan caer la comida sobre su cabeza. Aprieta sus manos pero deja de prestar atención cuando siente la mirada molesta de su novia.

— ¿Qué tanto ves? — la molestia en su voz se deja ver.

— N-nada.

Ella no responde, vuelve a lo suyo con sus amigas. Él levanta la mirada y sólo alcanza a ver la espalda del chico que salió corriendo.

Tiene ganas de hablarle, de decirle y exigirle que se defienda que a él no le molesta que le gusten los chicos y que pueden ser amigos.

Se lo ha encontrado por los pasillos de la universidad. Ha averiguado algunas cosas sobre él como que le gustan las cosas dulces, que tiene una pequeña mascota, además de que está en el curso de psicología, viniendo de él no se lo esperaba.

— Ya no me prestas atención — los reclamos de Mina van en aumento.

— Imaginaciones tuyas.

— Aja — se molesta pero después sonríe — entonces dame cariño — pide sin dejar de sonreír.

Él la tomó por su cadera y la pega a su cuerpo. Están en casa de Sero en su habitación, sus padres no están y ella quiere aprovechar.

Se besan, él intenta demostrar que si le presta atención, ella sólo quiere dominarlo. Ashido se coloca en su regalo abrazando la cadera de Hanta con sus piernas, ventajas de traer falda.

SeroKami Week2020Donde viven las historias. Descúbrelo ahora