Una llama en la oscuridad

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Sailor Mars no podía explicar lo que había pasado después de haber ido en dirección al témpano resquebrajándose.

¿Acaso no saltó sobre los escombros del mismo, con el fin de tomar impulso y salvar a Jadeite de estrellarse contra el suelo?

Oh, pero...

Al poner sus pies sobre uno de los trozos de hielo, éste se derritió en el acto, haciéndole caer.

-¡¡NOOO!!

Pero su grito fue en vano; el joven siguió cayendo, totalmente inconsciente.

Princesa guerrera ...

El símbolo de su planeta, apareció en su frente. Y de el mismo, una cegante luz roja y dorada iluminó todo el lugar. Pero, tras eso, ella también desfalleció..

De aquella deslumbrante luz, un par de destellos tomaron las formas de dos jovencitas. Una vestía un leotardo violeta y la otra uno rojo. Sus atuendos tenían adornos iridiscentes que funcionaban como alas.

Flotando, una de ellas sostuvo a Rei en el aire, evitando que se estrellara contra el suelo.

La otra se dirigió al joven de rubios cabellos, pero antes de tocarlo siquiera, los trozos de hielo se desplazaron hacia él velozmente y  lo apresaron dentro de ellos. Con rapidez, la chica miró a su compañera.

La jovencita que sostenía a la Sailor, negó gravemente con la cabeza y la otra se dio la vuelta, abandonando al muchacho encerrado en el témpano de hielo, con una expresión de profunda lástima.

Al hacerlo, una lúgubre neblina cubrió ese gigantesco cristal de hielo, repeliendo la luz emanada por la Sailor y desapareció del lugar.

Rei sintió como dos pares de manos la sostenían con cuidado. Entonces, supo quienes eran las dueñas de dichas manos. Con mucho esfuerzo, entreabrió los ojos. 

-Pho-bos...D-ei-mos...

Los ojos violáceos de la guerrera de fuego, se pusieron vidriosos.

Las chicas sonrieron al oír sus nombres. Fue entonces cuando una esfera dorada rodeó a las tres.

La magia de dicho orbe, comenzó a sanar las heridas de Rei. 

-¿Us-tedes... resucitaron? 

-Ama... Nosotras vivimos ahora sólo en tu mente, en tus recuerdos,- respondió Deimos con una sonrisa triste.

Rei las miró un poco confundida.

-Pero... no estamos dentro de mi mente, sino en la de él...

-Querida ama, eres más poderosa de lo que crees. No estás dentro de su mente... ¡Lograste conectar su mente con la tuya!

Rei abrió los ojos, sorprendida.

Sí... lo entendía. 

No estaría a la merced de los pensamientos oscuros de Jadeite. 

Ella podía usar sus poderes. Y si podía usarlos, también podría comportarse como ella misma. 

Saber eso, era maravilloso. Era... liberador.

Una relajada sonrisa se dibujó en su rostro. Tomó las manos de sus antiguas siervas y éstas la miraron con un inmenso afecto, mientras veían cómo su ama cerraba los ojos, cayendo en algo similr a un profundo sueño...





Un Amor de Fuego Y Hielo (Rei & Jadeite 4EVER)Where stories live. Discover now