El Pequeño Billy

4 - Amar

Yo no tengo casa, no tengo papas, tengo hambre

y frío en los pies. Pero Jesusito cada día de mi vida me envía a alguien, con un pan o a un amigo con quien charlar, hoy me envió a usted. Recuerde usted que la amistad, el amor de familia y un

abrazo son los mejores regalos que un amigo pueda tener - respondió el pequeño.

Iré inmediatamente a mi casa a escribirle a ese fabuloso ser, seguramente podrá ayudarme

con mis dos mayores deseos, ver la sonrisa de un niño y el amor de familia que tu tanto me

mencionas. - Dijo el barbas blancas que se levantaba apresurado - ¿te gustaría acompañarme

hasta mi casa pequeño Billy? - pregunto el señor de las barbas blancas.

Billy asintió, el señor a sus hombros lo subió y se encaminaron juntos largo tiempo, yo desde las

alturas, todo muy claro veía.

Llegaron hasta una casa enorme de grande rejas, sobre una ventana me detuve para poder ver lo

que adentro de majestuoso hogar sucedía. El señor de las barbas blancas y Billy comieron un gran

banquete y una vez ambos llenos subieron las escaleras hacia las habitaciones.

El señor acostaba a Billy en una cama, le leyó un cuento hasta que el pequeño quedara pasara al

gran sueño. Se sentó en su escritorio prendió una vela y empezó a escribir una carta a Jesusito que

decía así.

"Hola Jesusito, perdona que te moleste seguro muy ocupado estas,

Pero he conocido tus grandes poderes y esta carta es para las gracias dar.

Gracias por llegar a esos niños que a mi se me hace difícil escuchar,

Gracias por enviarme un hijo, lo sabré querer y amar

Gracias por enseñarme lo que es en verdad la Navidad

Te agradece y se despide tu amigo San Nicolas"

¿Interesante historia no? Billy y el señor de las barbas blancas ahora una familia son.

Este señor palomo se despide, esperando que otro niño bueno pueda escuchar otra historia

distinta. Recuerda que esta historia es nuestro secreto por lo tanto corre y cuéntale a tu mama lo

que tu amigo Verne te ha contado.

Dulces sueños y buen vuelo.

FIN