Take It Slow || EunHae +18

🍒 4. Querido amor mío.

Viernes por la mañana.

Querido amor mío:

Respondo a tu pregunta: sí. Mi cuerpo todavía anhela tu violenta lujuria, todavía busco el modo de no meter mi mano debajo del pantalón buscando consuelo a esta pasión que me carcome.

Oh, cariño, si supieras que estando contigo soy solo deseo en su estado más puro. Que, nada más verte para allí, en el umbral de nuestro lecho de amor, inmediatamente soy solo la bestia que se satisface con carne. La bestia que aúlla nada ver tu piel desnuda y se domestica cuando escucha tus pasos acercarse.

Mi Hyukjae, que te estremeces nada más besarme, mi dulce hombre que busca el tacto entrañable entre mis muslos. Muchacho de ojos chiquitines, que se llenan del veneno cuando me recuesta entre las sábanas puras.

Es solo tu boca la que me hace vibrar cuando me tocas en sitios donde nadie más lo ha hecho, tú, despiadado explorador. Cuando lames los botoncitos en mi pecho es cuando deseo poder mantenerte allí y alimentarte solo de mí, sé que sabes como me haces sentir y por eso los maltratas tan cruelmente con tus dientes y los dejas tan hinchados que duele el roce de la camisa al día siguiente.

Tu, malnacido, que solo has sabido cómo tocarme para que no me aleje de tu lado, que disfrutas del conocimiento de mi anatomía y utilizas tus dedos y tu boca y tu miembro que se baña en jugo. Tu, maldito, que sabes como disfruto de tu polla soberbia, lo ebrio que me siento cuando te la chupo y el sabor amargo que me trago cuando te descargas sobre mi boca, mi cara, mi vientre o entre mis piernas.

Hyukjae, ¿en que me has convertido?

A mi, un simple mortal que se ha vuelto dependiente de tu boca entre mis nalgas, esas que me pides que extienda para ti. Yo, yo que bebo del sudor de tu piel y que llora cuando tu palma se estrella mil veces contra mi carne enrojecida, que te hundes en mi oscuro interior y te aseguras de que mi cuerpo haya probado ese licor supremo que es tu esencia.

Pero no acaba allí, no.

Porque es mi turno.

Mi turno de maltratarte, de dejarte marcado para que tu esposa sepa que tienes un amante.

Tomarte del pelo, morderte la espalda, obligarte a que tomes mi falo en tu boquita, una caricia detrás de tus testículos, una timida lamida en tu fruncido hoyito. Eso me basta para tenerte a mis pies, Hyukkie.

Eres mío. Y yo soy tuyo.

Oh, sí. Vuelve a decir que eres mío y aleja el fantasma de los celos. Dime que prefieres mis caricias y mis besos y mi sexo. Dime que solo yo sé dar a tus sentidos el ardor pasional que piden.

Quiero seguir haciendo el amor contigo, mi Hyukjae.

Es más tarde de lo que creí, tengo que apresurarme al cuartel y tengo que dejarte en contra de mi voluntad. Ya nos veremos la próxima semana y, por favor, escríbeme otra carta tan larga como la anterior.

Ansío que acabe esta disposición que me mantiene alejado de la embriaguez de tus besos.

Te amo. Te amo. Te amo.

Siempre tuyo, DONGHAE.