Olivia;
Me sentía re pelotuda, estaba enojada con Mauro y conmigo misma.
No quería que esto me pasara, no quería sentirme así.
Todo empezó como algo divertido, como un juego, pero ahora me doy cuenta de que se me fue de las manos.
Estoy empezando a sentir cosas por Mauro y por eso duele que sea tan cagón y no se anime a contarle todo a Tomás.
Yo lo haría pero no puedo hacerlo si él no está de acuerdo.
—Olivia vamos a comer.—habló Alejo del otro lado de la puerta.
Me levanté de la cama con la re paja y abrí.
—Eu, ¿qué pasó beba?.—me abrazó.—¿Estabas llorando?.—asenti.
—Ale, creo que me gusta Mauro.—lo abracé fuerte.
—Contame algo que no sepa reina.—soltó una risa.
—Creo que me gusta posta, ya no sólo me calienta...lo quiero Ale, lo quiero mucho y quiero que esté conmigo.—
—Él también te quiere a vos Oli, pero bueno es amigo de tu hermano hace mucho tiempo y no quiere arruinar su amistad...y tu hermano a veces es un poco violento.—reí y me aleje un poco al escuchar la voz de Mauro cerca.
—Se enfría la comida che.—fruncio em ceño cuándo nos vio.—¿Estás bien?.—asenti y me saqué un par de lágrimas que se me habían escapado.
—Yo voy bajando porque me cago de hambre.— Alejo dejó un beso en mi frente y bajó rápido las escaleras.
—¿Por qué lloras?.—se acercó a mí.
—Por nada, estoy un poco sensible pero nada más.—suspire.
—Dale, no me mientas a mí.—pasó su mano por mi pelo.—¿Que te pasa?.—
—Me pasa que te quiero Mauro.—solté.
🦇
