capitulo I

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5:00 am después de otra noche de insomnio por los ataques de tos y el dolor en general debo levantarme en medio del frio de enero, odio el frio irónico, tengo que alistarme para empezar el trabajo llegar a la mansión a las 6:00, aunque dudo que logre comer algo de todas maneras, me preparo, organizo mis cosas y me tomo mi primera taza de café mientras sirvo la otra en un termo para el resto del día, ¿Por qué sigo haciendo esto?

Camino hacia mi destino, me arden los ojos hay mucho viento, a pesar del traje que uso siento como el frio aire me congela los pulmones con cada respiración que doy, el trafico esta horrible hoy así que no importa si tomo un taxi o no ya da igual.

Llego a las enormes puertas justo a tiempo, al menos ahí el viento no logra entrar lo que sugiere que estaría más cálido, pero la frialdad que hay dentro tiene otra característica. Subo las escaleras y voy a mi primera parada, la habitación de Adrien toco 2 veces y digo:

"Adrien, levántate tiene una hora para arreglarte e ir a la escuela" no pasa mucho para que escuche su respuesta.

"Si ya voy, gracias"

Luego me dirijo hacia mi segundo objetivo, antes de tocar suspiro y deseo que esta vez este de buen humor.

"Señor, debe despertar"

Solo logro escuchar un gruñido y unos pasos desde el otro lado, eso es todo lo que necesito saber talvez es poco, pero eso indica suficiente para saber que esta despierrto.

Me retiro y acompaño a Adrien en el comedor, mientras él come yo le voy explicando su horario.

"y en la cena tu padre..."

"Déjame adivinar no podrá acompañarme" dijo de forma resignada

"Sabes que su trabajo es muy demandante..."

"Si, pero es solo una cena no puede ser de una hora, debe ser justo si lo comparamos con los días en los que parece que ni siquiera viviéramos juntos" explica.

Me duele tanto verlo de esa manera es un niño muy dulce y tierno que lo merece todo, era tan alegre y deslumbrante antes, pero desde lo de la señora solo he podido ver como toda esa alegría la ha ido perdiendo, justo como las aves enjauladas; la peor parte de todo esto es que no hay nada que pueda hacer para impedirlo, odio sentirme tan inútil, odio no poder consolarlo y por sobre todo odio tener que ser yo quien le quita todas sus esperanzas con cada mala noticia; lo único bueno que he podido hacer fue ayudarle a convencer a Gabriel de ir a la escuela desde que empezó veo una pequeña luz en sus ojos que creía extinta, solo desearía que su padre pudiera seguir su ejemplo.

Pero también entiendo la postura de Gabriel, su devoción y amor a su familia es admirable, un poco insana si pero eso lo desencadeno la perdida de Emilie, antes las cosas eran realmente diferentes mientras ella obligaba a Gabriel a equilibrar su vida laboral y la personal el siempre daba las normas a seguir, mientras el presionaba a Adrien en todas sus actividades ella le daba las razones para querer hacerlas, esa forma de complementarse entre sí es lo mismo que termina perjudicando a Adrien hoy Gabriel siendo el terco que siempre ha sido no va a descansar hasta que encuentre una manera de recuperarla incluso si es a expensas suyas, pero hay una solo línea que nunca se atrevería a cruzar: Adrien

hasta que nos volvamos a verOnde histórias criam vida. Descubra agora