sᴏ sᴡᴇᴇᴛʏ sᴏ ʙɪᴛᴛᴇʀ c.l

𝒜𝓇𝑒 𝓎𝑜𝓊...?

changbin creyó que la oportunidad perfecta para estar más tiempo con lix sería que hicieran el trabajo de historia juntos.

esperaba que lo rechazara pero nunca,nunca esperó que el mismo Lee Felix,el chico que derretía su lindo y sincero corazón,se giraría a el y prácticamente mandara hacer el trabajo juntos.

-Seo

habló lo demasiado fuerte para que lo escuchara entre todas las voces de sus compañeros, escucharía esa voz igual todos estuvieran gritando a más no poder.

bin lo miró sorprendido,era la primera vez que el iniciaba la conversación.

-Hagamos el trabajo

una amplia sonrisa apareció en su rostro y repentinamente se levantó de su lugar.

-Claro!Si,lixlix!

felix lo miró con la expresión de siempre aunque por dentro estaba un poquito feliz,cosa que no demostraría.

-No te emociones,eres el mejor de la clase...así que no me queda de otra

apesar de esas palabras la emoción y felicidad de bin no se esfumó en ningún momento del día ,mucho menos cuando al final de clases se quedaron en la biblioteca para hacer dicho trabajo.

durante las horas que estuvieron ahí ,ambos estuvieron nerviosos,bin sabía porque mientras lix se debatía mentalmente sin entenderse.

bin pudo descubrir a un nuevo lix libre de una actitud cortante,un lix amable dedicado que si algo no le gustaba lo volvía a hacer hasta que tuviera su aprobación y se encargaba de revisar cada detalle para entregar un trabajo perfecto.

lix,lix solo disfrutó de la compañía del otro porque changbin siempre era sincero en cuento sentimientos ,reacciones y actitudes,nunca mentía.

cuando terminaron el trabajo se fueron a casa pero ni hasta ahí se acabó la emoción.

lee acompañó a seo ,otra vez no le había preguntado,había dado la orden de que lo acompañaría y no podía negarse.

—Te acompañaré dije

no sin antes dar la excusa que era tarde para que fuera solo y no quería arriesgarse a perder a su compañero de trabajo y tener que exponer solo.

—Imaginate que me equivoque, además es mucha información y apenas entiendo una que otra cosa

puras excusas que hicieron reír al otro sabiendo lo falsas que eran, dándole ilusiones al mismo tiempo.

—Claro

sonrió ampliamente mirando sus pequeñas y suaves manos.