"Los propios orígenes son una marca indeleble".
—Refran Ruso.
Érase una vez un bebé, que abandonado en las montañas la nieve lo adoptó. Su piel se hizo blanca y su corazón se cubrió de hielo. Las montañas lo amaron y supieron hacerlo suyo entregándole la inmortalidad. Desde entonces se dice que en un hombre salvaje se convirtió y que por las montañas cubiertas de escarcha y nieve vaga.
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Demonio blanco
FantasyEstá historia está completa en la plataforma de BueNovela. Érase una vez un bebé, que abandonado en las montañas la nieve lo adoptó. Su piel se hizo blanca y su corazón se cubrió de hielo. Las montañas lo amaron y supieron hacerlo suyo entregándole...