𝐑𝐞𝐠𝐮𝐥𝐚𝐫→Yuta

05

Eran las 12 del mediodía cuando terminamos de maquillar y vestir al último de los 9 chicos. Este último siendo el más sencillo de todos ellos, ya que Taeil se durmió en el momento en el que le aplique la base, ayudándome a ser mucho más rápida.

Pero os estaréis preguntando ¿Maquillando?¿No se supone que eras diseñadora?

Claro que lo era, tenía mi grado y mis cinco años de universidad, pero también había hecho un curso de maquillaje profesional y lo había escrito en mi curriculum. Normalmente solo iba a ser necesaria para el vestuario de los chicos, pero hoy iban un poco pillados de tiempo y necesitaron de mi ayuda para poder acabar con todo.

—Muy bien—Le doy el último repaso con la brocha difuminando perfectamente la sombra del pómulo —Ya estás listo, puedes irte.

Él me da una enorme sonrisa, pero un poco adormilada, agradeciendo en bajito mi trabajo y se fue hacia donde estaban los demás, a los que el director de escena les había reunido para hablarles. El día de hoy debíamos hacer unos cuatro cambios de ropa por escena, por lo que no nos iríamos pronto de ahí tristemente.

Suspiré cansada por todo lo que quedaba, algunos habían ya grabado sus primeras escenas individuales y se encontraban esperando a los demás. Entre ellos Haechan , quién viene feliz a mi dispuesto a hacerme compañía.

—¿Qué tal todo noona?—Me dice sentándose en la silla en la que Taeil había estado hace unos segundos.

—Un poco cansada, pero contenta de que todo vaya bien— Le miré de vuelta devolviéndole la sonrisa a causa de la ternura que me daba este chico, sobre todo cuando me sonreía a pesar de haber dormido apenas cuatro horas.

El solo asintió haciendo un pequeño puchero adorable —Yo también, solo espero que no tardemos mucho. De verdad que estos días no he podido descansar correctamente bien con el tema del comeback y todo el estrés que conlleva.

Pobre Haechan, como un niño de solo 17 años podía soportar una situación en la que muchos adultos tiraban la toalla. Todos ellos eran unos chicos fuertes a la par de espléndidos, con una fuerza y ganas de superación superior a la media. En lo poco que llevaba trabajando con ellos me había dado cuenta de lo bondadosos y buenas personas que eran, de cómo se querían los unos a los otros como si fueran hermanos.

Le miré con la intención de brindarle serenidad y estiré una de mis manos, acariciando su cabello sin llegar a disponer del todo, las de peluquería me matarían si se enteraran de que se me había ocurrido arruinar su peinado al niño bonito.

—Estoy segura que todo ese esfuerzo valdrá la pena, no lo dudes en ningún momento.

Haechan me miró con su sonrisa radiante y no duda en lanzarse a mi brazos. Le correspondí un poco incómoda a su gesto afectuoso tan repentino. Aunque debería empezar a acostumbrarme a estos gestos cariñosos de su parte y de Johnny, entre los dos no me dejaban en paz. En el fondo era una persona cariñosa a la que le encantaba dar abrazos y que también me los dieran.