Capítulo XVII.

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"Lealtad y Apoyo".

No podía creer lo que mis ojos estaban viendo, cuando creía que ya me había librado de mi madre, ahora la tenía justo en frente de mi.

—Madre —dije sorprendido.

—Niklaus —comentó—¿Cómo has estado?

—Esto debe ser una broma ¡Andrew! ¡Andrew! —comencé a gritar— ¡Tu estas muerta!

—No Niklaus estoy aquí, para ayudarte, como tu madre y...

—Rebekah te mató por una razón, porque ya no te queremos.

—Alana me ayudó a volver.

—¡Alana! —grite al aire—, ¡Si me estás escuchando! Es todo, se acabo el trato, encuentra a tus dopelgangers por tu cuenta.

—Niklaus espera —dijo mi madre—. Sé que no me crees pero de verdad te quiero ayudar.

—No necesito tu ayuda — dije soltandome, después salí de la tumba.

Caminaba hacia la salida del cementerio para ir a casa y contarle a Elijah lo que había hecho Alana y cuando estaba a punto de salir escuche que llamaban mi nombre, la voz era familiar. Solo pensaba en quién era y qué quería.

—Andrew, me puedes explicar que fue eso —dije molesto—. Eso no era parte del trato.

—Lo sé Klaus, pero Alana quiere que encuentres a las dopelgangers antes de la Luna Llena.

—¿Sigues creyendo que después de lo que hizo la ayudaré?

—No olvides que sabe de tu hija y es muy poderosa…

—Yo también soy poderoso —respondí y después salí del cementerio.

Como si todo lo que me estaba pasando no era suficiente, ahora tenía que estar al pendiente de mi madre.

—¡Ya encontré una! —gritó Davina.

—¿Dónde? —preguntó Marcel mientras se acercaba a ella.

—Aquí, bueno no aquí, en el bosque —dijo Davina señalando el mapa—. Creo que es licántropo.

—¿Cómo lo sabes? —preguntó Joshua.

—Porque esta en el bosque, con los lobos.

—Bien vayamos —dijo Marcel.

—¿Estas loco? —preguntó Joshua— No podemos ir ahí, los lobos nos matarían.

—Dejemos que los Mikaelson vayan.

—Josh tiene razón Marcel, esta no es tu guerra —comentó Kaled—. Deja que Klaus se encargue de ello.

Ahora tenía un nuevo problema, mi madre había regresado y de seguro Finn regreso con ella. No podía dejar a Alana porque iría contra Hope. Necesitaba volver a buscar a los dopelgangers.

Pero ahora debía decirle la verdad a los que me estaban ayudando y prevenirlos de cualquier cosa que pudiera pasar. Cité a mis hermanos Kol y Elijah; Hayley, Marcel, Davina, Camil, Kaled y Joshua. Ellos eran en los que más confianza tenía en estos momentos y su me iban a ayudar, debían saber el motivo.

—¡Amigos! —dije desde el segundo piso y todos voltearon a verme— Sé preguntan el por qué los cité a todos ustedes. Bueno necesito estar seguro de que tengo su lealtad y que puedo confiar con ustedes en todo.

—Soy tú hermano —cuestionó Kol.

—Te ayudamos a buscar a cuatro agujas en un pajar, y aún así preguntas eso —dijo Kaled.

—No por eso, quiero que sepan el por qué están buscando a esas chicas...

—¿Estas seguro de esto, Niklaus? —preguntó Elijah.

—Es momento que sepan la verdad hermano —dije tomándole de los hombros—, necesitan saberlo.

—¿Quieres decir qué?

—Si, Hayley —respondí—. Pero antes necesito saber que tengo su lealtad y apoyo.

—Le prometí a Megara que iba a estar contigo hasta las últimas consecuencias, así que, tienes mi ayuda —dijo Kaled.

—Somos familia Klaus, la familia se ayuda —respondió Marcel.

—Necesitas que alguien te diga que esta bien y que esta mal, con Elijah no es suficiente, yo también estoy contigo —dijo Camil.

—A pesar de todo lo que me has hecho he aprendido a perdonar y a tomarte un aprecio a ti y a tu familia, también tienes mi ayuda —respondió Davina—. Además Kaled no podrá hacer los hechizos él solo.

—¿Joshua?

—No creo que yo no —respondió Joshua.

—Lo siento Joshua, pero no te puedes escapar de esto —dije.

—Por protegerla soy capaz de todo, también tienes mi ayuda —respondió Hayley.

—Mi lealtad y apoyo siempre la tendrás hermano —dijo Elijah—. Siempre y para siempre.

—¿Kol?

Kol lucia más serio que de costumbre, parecía que él no estaba de acuerdo, nos miraba a todos.

—Recuerdas cuántas veces me pusiste a dormir, como pusiste a Marcel antes que yo, después tus amigos me mataron y no hiciste nada —comentó recordando el pasado—. ¿Te mereces mi apoyo y lealtad?

—Kol...

—Te dije que no te ayudaría a conseguir los dopelgangers para Alana.

—Te necesito de mi lado.

—Tienes mi lealtad Nick, pero no mi apoyo y sí la vida de Sky peligra por esto... perderás todo mi respeto —dijo Kol y luego salió de la casa.

Tener la lealtad de Kol era mejor que su ayuda, pero lo malo era que ahora tendría que buscar a cuatro dopelgangers. Pero ahora tenía la lealtad y el apoyo de los otros. Lo que continuaba era hablar con todos de la única razón por la cual alguien me puede dañar, Hope.

Felonía: La Primera Luna | Parte I | The OriginalsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora