━━𝟎𝟒

220 23 0
                                    

La ropa se secó mucho antes de lo que Erial pensaba, y Nami la pilló sentada mirando por la ventana cuando subió a dársela

Ops! Esta imagem não segue nossas diretrizes de conteúdo. Para continuar a publicação, tente removê-la ou carregar outra.

La ropa se secó mucho antes de lo que Erial pensaba, y Nami la pilló sentada mirando por la ventana cuando subió a dársela.

Nami pidió permiso y Erial le contestó afirmativamente, viéndola pasar poco después. La pelirroja llegó y le dio toda su ropa, que desprendía ahora un delicioso olor entre jabón de flores y cítricos. Erial hundió la cara en su propia ropa, como si quisiera aspirar con la nariz cada partícula de ese maravilloso aroma. Pensó que incluso le iba a costar usarla, por pena a ensuciarla y que esa fragancia desapareciera.

Inmersa en lo maravillosamente limpia que estaba su ropa (que ni cuando la encontró estaba así), tardó en darse cuenta de lo que tenía la navegante en la mano. Cuando levantó la cabeza, dejando de ser una niña por un momento, abrió los ojos de par en par.

Se le había olvidado que lo llevaba dentro de uno de los bolsillos del pantalón. No pudo evitar maldecirse a sí misma por ser tan olvidadiza, incluso con las cosas importantes. No obstante, Nami parecía más apurada que ella y se la devolvió.

—Cuánto lo siento Erial, he estado a punto de lavarla —le dijo—. Tuve que revisar tus bolsillos por si acaso me dejaba algo más.

La vivre card estaba intacta, no la había lavado ni nada por el estilo. La había sacado antes de tiempo, lo que para Erial era más que suficiente. No sabía bien por qué estaba disculpándose con ella.

Pensó que quizás sería por haber tenido que cotillear en su ropa sin su permiso.

Al final, Erial hizo un gesto con la mano, restándole importancia. De todas maneras, no llevaba nada más ahí guardado. Y, aunque hubiera sido así, al parecer Nami hubiese ido igualmente a devolvérselo.

—Ha sido fallo mío —contestó Erial con suavidad—. Debí haber revisado yo la ropa antes... Gracias por devolvérmela.

Nami sonrió amablemente, lo que hizo a Erial sentirse muy bien. Nami era más enérgica que Robin, aunque resultaba cómodo hablar con las dos por igual. Lo que Erial no sabía era que, ese efecto reconfortante que Robin surtía en ella por su calma, ella misma lo surtía en Nami. A la navegante le pareció muy adorable la forma en la que le contestaba, pareciendo tímida cuando algo decía a voces que no lo era en absoluto.

Por otro lado, Erial se fijó ligeramente, en el poco tiempo que llevaba a bordo, en lo resuelta que Nami parecía. Se veía segura, una mujer ambiciosa y con fuerza para agarrar cualquier situación por los cuernos. Al mismo tiempo, era simpática, mostraba empatía y sensibilidad. Era una combinación poderosa.

—Vístete y sal de aquí —le dijo Nami con amabilidad—. Ya te he hecho pasar demasiado tiempo aquí adentro, con el día tan bonito que hace.

Erial no contestó esa vez. Observó a Nami irse, echándose el pelo hacia atrás con un porte envidiable. Erial no pudo evitar fijarse en que Nami, además de todo lo que pensó antes, también era muy guapa.

«𝐍𝐔𝐌»「One Piece」Onde histórias criam vida. Descubra agora