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_¿Namjoon que demonios haces?.

_Estoy nervioso, si?. No me presiones. —Dijo acomodándose la corbata por milésima vez.

_Ella solo aceptó salir contigo solo por el maldito alcohol no lo malintepretes. — Dijo la castaña cruzando sus piernas. — Ella a cambiado demasiado.

_Solo un poco. Ella sigue siendo la de antes cuando bebe.

_¿No te querrás aprovechar de ella, no? Porque si así fuera yo Nancy te juro que te corto tu...

_¡Claro que no! Jamas haría tal cosa. Yo la amo...

_Pero ella a ti ya no. Creo que este plan no está resultando como creíamos. Se nos está escapando de las manos. Debemos parar.

_Yo aún tengo esperanza que ella volverá a mis brazos.

_¿Por qué lo hiciste?. — Namjoon dejó de moverse para mirarla.

_¿A que te refieres?.

_Digo, ¿Por qué te fuiste no sin antes darle una explicación?. Ella sufrió mucho durante meses y fue peor cuando su padre falleció...

_¿Qué?.

_Su padre falleció poco tiempo después de tu partida, al parecer le dio un ataque al corazón o creo que fue por uno de asma, no lo sé... Ella no me quiso explicar nada ya que me alejo de su vida.

_ En verdad no sabía nada... Yo, si yo hubiera hablado con ella antes de irme no lo hubiera echo. La amo tanto que no hubiera sido capaz... — El fue interrumpido por el tono de llamada de su celular.

_¿Quién es?. — Preguntó la castaña.

_Es ella...

_¿Como sabe tu número?.

_Se lo di con la excusa que era su deber tener el número de su jefe.

_¿Le habrá sucedido algo?.

_No lo se...

_¡Pues contesta Kim!.

_S-si.

Namjoon tomó la llamada.

_¿Hola?.

_Si, hola. ¿Sucede algo?. — Namjoon vio como la castaña le susurraba "imbecil".

_Sip, yo... — La escucho suspirar tras la línea. — Yo compre demasiada comida y no se, quería dartelo. Si no lo quieres puedes botarlo no hay problema, estoy en el ascensor de tu edificio.

_No lo haría.

_¿Que?.

_Nunca botaria algo tuyo.

Ambos se quedaron en silencio, además vio como la castaña en frente suyo se tapo la boca evitando que se escuchara su risa. Eso sonó realmente ridículo, pero no podia evitarlo.

_Y-yo...

_¡D-digo, jamás botaria comida!.

La escucho reír.
Su risa sigue siendo muy hermosa.

_Abreme la puerta. — Sentí como la piel se le erizaba al escucharla. Asentío como idiota y fue rumbo hacia la puerta.

Ninguno de los dos había colgado la llamada así que cuando abrí la puerta ambos estábamos en la misma posición con sus móviles. De pronto hicieron contacto visual y el pudo ver como sus orejas como tambien sus mejillas se coloraban. Jamás penso volver a verla así.

Ella con una sonrisa alejo el móvil y al parecer había colgado la llamada.

_¿Me dejas pasar?.

_S-si, claro. —Se hizo a un lado dejándola pasar.

Siento como si esos 10 años nunca hubieran pasado, penso.

Cuando fui en su encuentro la vi parada viendo o más bien viendo a alguien en particular.

Mierda, Nancy.

Pude ver como la sonrisa se le iba yendo. Ella igual que Nancy se estaban mirando fijamente.

_Veo que tienes compañía. — Dijo ella sin mirarme, también pude notar como presionaba con fuerza la bolsa que traia.

_Ella ya se iba. — Dije tratandome de hacercarme hacia ella, más ella se alejo tirandome aquella bolsa.

_Puedes hacer lo que quieras con esto. Yo me voy.

_Nancy por favor di algo.

_No mientas Namjoon, yo apenas acabo de llegar. — Dijo con una sonrisa burlona mirándola.

_No... — Quise ponerme en medio de la salida, pero fue tarde, ella ya no estaba.

_¿¡Se puede saber por qué dijiste eso!?. — Le pregunté molesto dejando a un lado la bolsa.

_Bogum me terminó por su culpa. Es mi pequeña venganza.

_¡Que mierda le ven a ese tipo!.

_Ya, Namjoon tranquilizate. Yo lo voy a arreglar, pero en serio ella se lo merecía por jugar con mis sentimientos.

_Más te vale o a tu querido Bogum se va a quedar sin empleo.

_Cuida tus palabritas Kim Namjoon, no te metas con el.

_Como digas.

_Ya~, ahora invitame a cenar que muero de hambre.

_Ni lo pienses, acabas de arruinar mi oportunidad. Jodete.

_Ya te dije que-

_Vete, si?.

_Uy, pero que sencible estas hoy. — La castaña se puso de pie y salio el departamento.

_Mierda.

Namjoon se sentó de mala gana sosteniendo su celular en una de sus manos debatiendo si debería de llamarle y aclarar las cosas o simplemente dejar todo en las manos de la castaña.

Sin pensar él no era el único con un móvil en la mano queriendo llamar al otro.

Mierda, me debi ver como una estúpida. En primer lugar ni debí ir hacia su departamento, pensó la joven desde el asiento de un taxi.



¡Gracias por leer! 🌼🌼

¿Podemos ser felices?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora