3

597 79 103
                                    

"𝑺𝒉𝒆 𝒔𝒂𝒊𝒅, "𝑰𝒕'𝒔 𝒇𝒐𝒓 𝒂𝒍𝒍 𝒕𝒉𝒆 𝒓𝒊𝒈𝒉𝒕 𝒓𝒆𝒂𝒔𝒐𝒏𝒔. 𝑩𝒂𝒃𝒚, 𝒅𝒐𝒏'𝒕 𝒄𝒂𝒓𝒆 '𝒃𝒐𝒖𝒕 𝒈𝒓𝒂𝒅𝒆𝒔.  𝑱𝒖𝒔𝒕 𝒄𝒂𝒍𝒍 𝒎𝒆 𝒚𝒐𝒖𝒓 𝒍𝒂𝒅𝒚"

[👄]

Aquella mañana el sueño parecía apoderarse de su cuerpo completamente. El cielo se mostraba despejando, con el sol brillando en lo alto. El día pintaba para ser uno de los mejores en aquella semana, y eso podía ser tomado como una burla para Hashirama.

Él definitivamente no estaba de buen humor, los últimos días había dormido muy poco, había algo rondado en su cabeza, al punto de no dejarlo dormir. Se sentía frustrado con respecto a su falta de profesionalismo, y a lo inocente que solía ser a veces.

Madara Uchiha era la causa de su insomnio. Aquel chico de cabellos negros había estado dando vueltas en su cabeza durante los últimos días, y eso era algo que no había podido controlar. Sin darse cuenta, el azabache se había apoderado de sus pensamientos, haciéndolo parecer una quinceañera enamorada.

Era algo completamente ridículo, él nisiquiera debería estar pensado en uno de sus alumnos de aquella manera. Pero no podía evitarlo, la confección de Madara lo había dejado atónito, y era imposible no sentirse de aquella forma. Había llegado al punto de aún sentir el tacto de su alumno sobre su piel, y la manera en la que acomodó un mechón de su cabello detrás de su oreja. Se había sentido tan extraño, pero tan bien a la vez.

Aunque ciertamente no quería pensar mucho en ello, porque sabía que no estaba bien. Era cierto que él no había correspondido las intenciones de su alumno, pero tampoco se había sentido del todo ofendido, o disgustado, y eso era lo que realmente le estaba dando muchos problemas. Sentia que estaba haciendo cosas inapropiadas, pero no le disgustaba completamente.

Por su mente había pasado la  idea de que todo era un plan de su alumno, para conseguir una buena nota a cambio de sexo. Hashirama se avergonzaba ante aquella idea, si ese era el caso, él se negaría. No iba a caer tan bajo, tenía una ética profesional que mantener, además de un matrimonio.

Suspiró mientras se preparaba un café, se sentía frustrado. El viernes había llegado muy rápido, y con ello la tutoría que había prometido darle a Madara. Mentiría si dijera que no estaba nervioso, él estaba más ansioso de lo que había estado nunca. Nisiquiera se sintió así el día de su boda con Mito.

Mito Uzumaki, la mujer que él había amado desde que eran unos niños. Aquella peliroja había conquistado su corazón desde le momento que la vio mudarse a la casa de al lado, desde aquella día habían sido inseparables. Junto a ella había tenido sus primeras veces de todo, y se sentía agradecido con la vida por ponerle a una mujer tan increíble a su lado. Habían ido a la misma universidad, ella quería ser una gran psicóloga, y a él le apasionaba enseñarle a futuras generaciones. Se habían casado luego de graduarse, unos años después, había llegado a su vida la pequeña Tsunade.

Hashirama amaba a su pequeña hija, y siempre estaría agradecido con Mito por hacerlo padre de una niña tan maravillosa. Su primogénita había sido la cúspide de su matrimonio, había sido el mejor momento de sus vidas, sin duda alguna.


Era por ese amor que juró tenerle hasta la muerte, que él se sentía culpable. Sabia que en teoría no estaba haciendo nada malo, pero algo dentro de si, le decía que era mejor dejar las cosas claras con su alumno.

TEACHER'S  PETDonde viven las historias. Descúbrelo ahora