SAUDADE

Biografía AKG

Adler Keane Grayson (08/03/03 - 17/09/79)

Nacido en Londres, Inglaterra. Hijo único y huérfano, su madre se encargó de darle la mejor vida posible luego de que su padre los abandonara hasta que el cáncer arrasara con su vida.

Él simplemente nunca pudo imaginarse una vida sin su madre, y menos le pasó por la mente que ella también lo abandonara a tan corta edad. Nunca lo mencionaba, pero él sufría en cada instante de su vida un dolor más horrible que lo físico, algo emocional. Viviendo entre ataques de pánico y constantes alucinaciones.

Luego del funeral de su madre, la idea del suicidio surgió como una anestesia a su dolor, como un rencuentro después de la vida. Y en su mente tenía tanto sentido.

Desde que esa mano lo detuvo, se convirtió inconscientemente en su ancla. Su escape del mundo. Cuando aquella voz también desapareció, desvaneciéndose entre las neblinas, el sentimiento resurgió.

Pero Blake habría de pedirle vivir por ambos, seguramente conociendo la salida que Adler tomaría. Ahora viviría por las personas que más amó en su vida.

Blake y su madre.

Después de su muerte comenzó a buscar ayuda profesional, logrando superarse a sí mismo, cumpliendo cada sueño y promesas que había hecho.

Siguiendo los planes, sin su otra mitad a su lado.

Se graduó en licenciatura en letras en la Universidad de Londres publicando un libro en 2025 sobre la historia de Blake, titulándolo como una de sus palabras sin traducción favoritas. Dedicó todos sus logros a los dos ángeles que lo cuidaban desde cualquier recóndito lugar al que se dirigieran las almas después de partir.

Nunca habría de olvidar aquellos ojos verdes, ni el brillo que transmitían cada que algo lo emocionaba. La manera tan apasionada en la que Blake hablaba de algo tan común como las palabras, transformándolas en algo tan interesante que podría escucharlo hablar por horas y horas con ese sentimiento tan único.

Nunca habría de olvidar la sensación de sus labios sobre los suyos, ni cómo junto a él lograba ser libre por primera vez en tanto tiempo. La manera en la que hacía que su corazón palpitara tan desenfrenadamente y lograba enamorarlo cada vez más con esa sonrisa tan especial.

Nunca habría de olvidar cómo Blake se encargaba de esconderse bajo una máscara, como si deseara repararse con cinta para que nunca nadie viera sus grietas. Adler nunca olvidaría lo que sintió cuando el bate de béisbol golpeó la cabeza de su amado, ni cómo tan sólo minutos antes él le había confesado su amor. Le había dicho que lo amaba, había pensado en él antes de su muerte.

Y sobre todo, nunca habría de olvidarlo a él.