Cirkoi

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Capítulo 4: "Guau. Tú quieres morir, chica"

—Antes de empezar, vas a tener que haceg un examen.

¿Un examen? ¿De qué? No puede ser nada de ejercicio físico, porque estamos dentro de un compartimento que funciona como oficina.

—No te preocupés —me tranquiliza Gemma rápidamente —. No es nada para lo que hayas tenido que estudiar ni nada pog el estiló —suspiro aliviada. Dejé de estudiar a los 16 para dedicarme por completo a la gimnasia. Si ahora tuviera que hacer algún tipo de examen, lo suspendería seguro —. En realidad, es una tontería, pero es necesario que lo hagamos.

>>Vamos a enseñagte unas manchas. Tienes que decirnos qué te parecen, lo primeró que se te venga a la cabeza.

La miro, incrédula. Si antes no entendía por qué tenía que hacer un examen, ahora no entiendo por qué tengo que reconocer manchas y figuras.

—¿Por qué... para qué sirve? —inquiero.

—Es por precaución. Si por casualidad te caes o te das un golpé fuerte en la cabeza, te repetiremos el test. Si no das las mismas respuestás en muchas de las figuras, lo más probable es que tengas una conmoción cerebral.

¡¿Qué?!

—Tranquila, no es algo que pase tan a menudó. ¿Qué ves aquí?

Me muestra una mancha.

—Una mariposa.

Me enseña más de diez manchas en las que intento reconocer formas o figuras.

La forma de España. Un arcoíris. Una taza. Un pájaro. Una sonrisa.

En algunas tengo que usar la imaginación para poder reconocer algo.

Una vez el test ha acabado, Gemma me lleva hasta el camión-gimnasio. Hay varios artistas entrenando que la saludan al reconocerla.

—Voy a presentagte a Tom —me dice, y hace un gesto a un chico para que se acerque —. Lucía, este es Tom. Tom, esta es Lucía. Va a participag en un nuevo espectaculó de Cirkoi pero va a estag con nosotros hasta que acabe la gira.

—Encantado Lucía. Soy uno de los preparadores físicos de "Lava".

—Bueno, yo os dejo aquí. Lucía, búscame después de comeg. Quiego enseñarte como funciona nuestro espectaculó.

Nos despedimos de Gemma y acto seguido Tom se lanza a hacerme pregunta sobre mis entrenamientos y dieta, para luego darme una explicación exhaustiva sobre el plan que voy a seguir con él para entrenar. Cuando termina, solo puedo decir una cosa:

—Casi entreno más ahora que cuando competía profesionalmente.

Su respuesta es inmediata.

—Cuando competías, simplemente tenías una rutina de ejercicios que hacías en las competiciones, y que no debía durar más de cinco minutos. ¿Ibas a competiciones muy a menudo?

—No, como mucho eran una vez al mes.

—Exacto, aquí vas a tener de media unas ocho actuaciones a la semana. No sé cuanto durará tu número en el trapecio, pero todos duran más de cinco minutos, eso te lo puedo asegurar.