Desde pequeños | Micro Tdh

Capitulo 8

14 de febrero del 2015

Narra Valentina

Todos corrían de un lado a otro en el pasillo del liceo chocándose entre ellos mismos, esto parecía una selva.

Literal todos estaba de color rojo y por todos lados habían corazones y dibujos de osos.

— ¿Quien te ha dado un regalo hoy? — Gustavo pasó su brazo por mis hombros

— Hace rato un chamo de primer año me dio una carta, Carlos el de sexto año me regaló unas donas, un chamito de nuestro salón me dio una rosa y un poco de vainas más que me regalaron otros chamos — Hable restándole importancia al asunto

— Nawirirori hija — me soltó — pa' eso ya no te doy ningún regalo — empezó a caminar dejándome atrás.

— ¿Me compraste un regalo tavo? — Llegue a su lado enganchando su brazo con el mío

— Si — asintió — Pero ya no te voy a dar nada — rodee los ojos

— Entonces yo tampoco te doy tu regalo — ahora yo me aleje de el

— ¿Me compraste un regalo? — me pincho las mejillas

— Déjame — quite sus manos de mis mejillas

— Quiero mi regalo — se cruzó de brazos

— Dame tu el mío primero — extendí mis manos

— Que peo contigo vale — rodeo sus ojos

Saco de su bolso una bolsa de regalo muy linda, siento que su mamá la escogió.

— ¿Porque siento que tu mamá la escogió por ti? — pregunte con una ceja alzada

— No te equivocas — hizo una mueca — yo iba agarrando una bolsa de dinosaurios — bromeó haciéndome reír

Abro la bolsa dejándome ver un poco de maquillaje y dulces con una carta, que lindo.

— Eres el mejor tavo — lo abrace muy fuerte

— Lo sé, me lo dicen siempre querida — acaricio mi cabello — Dame mi regalo — me tomo de los hombros para separarme de él

— No se puede tener un momento lindo contigo — saque de mi bolso una cajita envuelta en papel de regalo azul.

Tavo la abrió con cuidado para no romper el papel, abrió la caja dejando ver el hermoso suéter que le compre con un reloj a un lado.

— Por eso te amo valery — me abrazo — Eres tú — dijo haciéndome reír

— Lo sé, me lo dicen siempre — lo imite

— No te robes mi identidad — se alejó de mí indignado

Caminamos por todo el pasillo hasta llegar al salón de clases.

(..)

Salí de la última clase con más cartas y regalos que me dieron en el salón.

Mamá soy famosa, ok no

Me quede en la puerta del liceo esperando a Fernando, que no lo he visto en todo el día.

Tavo venía corriendo hacia dónde estaba yo.

— Necesito que me acompañes rápido — jalo de mi brazo

— Espérate ¿qué te pasa? — me aleje de el

— Es Fernando — habla rápido — No podemos perder el tiempo — jalo de mi haciéndome correr esta vez

Llegamos a la cancha que estaba al final del liceo, lo que vi me dejo completamente helado y boca abierta.

— Esto no puede ser posible — Hable sin poder creérmelo aún

— ¿Que vamos hacer? — Gustavo llevo sus manos a su cabeza en signo de desespero

— No se chico y si nos ponemos a tomar café — Hable con sarcasmo — llama a su mamá! — casi grite en su dirección

Corrí hasta el centro de la cancha en donde estaba Fernando tirado con algunos rasguños en su cara.

No eran muchos, pero como era tan exagerado estaba segura que no se parara de ahí.

— ¿Qué te pasó Fer? — pase mi mano por su cara con delicadeza

— Me caí mientras corría para darte tu regalo — murmuró apenas para que yo escuchara

— Que te he dicho de correr con las trenzas desamarradas — lo regañe al ver sus zapatos

— Tenía prisa — rodeo sus ojos

— Ya tú mamá viene en camino muchacho gafo — se sentó a mi lado — hasta te rompiste el pantalón — Gustavo se empezó a reír solo al ver el pantalón de fer

— Y todo por darme un regalo — negué con mi cabeza

— Te amo colitas — Fernando me sonrió

— Y yo a ti rizos — escuche una tos falsa — También te amo a ti tavo — recosté mi cabeza en su hombro

— Sisisi — se cruzó de brazos — Ni se acordaban de que yo estaba aquí, sucios — se quedo viendo para las gradas

— Si eres dramático — Fernando se sentó para golpear el brazo de Gustavo — ese es tu regalo — señaló una caja que estaba un poco alejada de nosotros

Me pare para caminar a ella, la tome en mis manos y volví a mi lugar anterior.

Abrí la caja dejando ver un peluche de un cochinito muy lindo, abrace el peluche sin poder evitarlo haciendo que los dos se rían, vi a la caja de nuevo y habían más cosas, puse el peluche en mis piernas para sacar lo que quedaba en la caja, habían chucherías de mis favoritas, maquillaje y una camisa muy linda.

— Te amo tanto — Me lancé encima de él abrazándolo fuerte

— Lo sé, me lo dices todos los días — me abrazo más fuerte

— Te odio — busque en mi bolso el regalo de el — toma — se lo estire

Abrió la cajita dejando ver dulces, un suéter, un reloj y una carta.

— ¿por qué a él le das más vainas? — Gus puso sus brazos a sus costados

— Porque tú le diste más vainas a la loca esa de tercer año — le respondí con obviedad

Este solo se quedo callado y voltio a otro lado.

Aún tirados en el piso nos comimos las donas y una que otra cosa que nos regalaron hasta que llegó la mamá de Fernando y nos fuimos.

El día de hoy no fue tan malo.